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El albañil fallecido en Posadas como consecuencia de una supuesta golpiza que recibió por parte de policías, según el resultado de la autopsia preliminar, murió de un "estallido y  hemorragia pulmonar". Carlos Raúl Guirula tenía 30 años y el sábado por la noche, según la reconstrucción del caso, se negó a pagar una botella de whisky en un hotel y por esa razón lo golpearon hasta la muerte.

A las 3.40 del sábado varios policías de la seccional 13 llegaron a un hotel de la avenida Santa Catalina en respuesta al llamado de un empleado que denunció a Guirula por no pagar los 150 pesos de una  botella de whisky. Según los voceros policiales, al llegar al lugar el empleado indicó un Renault 19 con un hombre en su interior que se negaba a pagar lo que había consumido en la habitación con otro amigo y dos mujeres.

Ante la resistencia los policías pidieron apoyo a personal del Comando Radioeléctrico para detenerlo. Una vez controlado, lo subieron a la caja de la camioneta Toyota Hilux de la comisaría 8va, en la que murió durante el trayecto a la dependencia, a unas 30 cuadras del lugar.

“No me importa lo que estaba haciendo, lo único que quiero es que se aclare bien qué pasó y quiénes fueron los responsables. Él no se merecía ese maltrato”, dijo a Misiones Online Nora Acosta, una docente con la que compartía la crianza de cuatro hijos, tres que tuvieron juntos y uno de un matrimonio anterior de ella. 

Por el crimen, están detenidos en diferentes dependencias policiales once policías, que declararán ante el juez de instrucción Marcelo Cardozo.

Guirula trabajaba en la construcción de lunes a viernes. “Los viernes a la noche salía con sus amigos, pero siempre volvía. Y los sábados, religiosamente, pagaba las cuentas de la familia. Lo único que le importaba era que a nosotros no nos faltara nada. La heladera tenía que estar llena; se enojaba si faltaba mercaderías y no le avisábamos”, contó su compañera.

A partir de la autopsia se determinó que además del estallido pulmonar tenía golpes a la altura de la cabeza y marcas de la suela de borceguíes en varias partes del cuerpo. El juez ahora pretende determinar el grado de responsabilidad que le cabe a cada uno de los policías involucrados en el procedimiento, según informaron fuentes judiciales.

Desde la jefatura de policía anticiparon a Télam que cuatro de los oficiales detenidos ya fueron pasados a disponibilidad, y que ya iniciaron cambios internos en la estructura policial a los efectos de fortalecer los controles. El jefe de la Policía Provincial, Comisario Mayor Jorge Munaretto, dijo  que "más allá de lo que determine la justicia, en el orden interno y administrativo también  investigaremos hasta las últimas consecuencias, a fin de determinar los grados de responsabilidad que le caben a cada uno de los involucrados directa e indirectamente en este lamentable hecho".