Desde que empezó el festival tradicionalista hay dos domadores heridos, una yegua lesionada y una denuncia penal para que no la maten. Proteccionistas hicieron un banderazo solidario y cortes de ruta para que se frene el festival. La ley provincial que avala las jineteadas, contradice la ley nacional contra la crueldad animal.
El "festival" tradicionalista de Jesús María en su edición 50 empezó el jueves. Una domadora y un domador están internados con politraumatismo de cráneo y con traumatismo lumbar. Mientras que varios caballos patinaron y cayeron, uno de los días que la pista estuvo embarrada por la lluvia, la asociación proteccionista Sin estribo presentó el domingo una denuncia penal para que no maten a “Tabaquera”, una yegua que al caer sufrió una lesión en la pierna. El domingo hubo un banderazo solidario al lugar donde se hace el evento y ayer se hicieron dos cortes parciales de ruta para pedir que se frene el festival: uno en Ruta 9 y otro en Colonia Caroya.
“Oficialmente no conozco el estado de la yegua pero hemos visto publicada una foto donde está vendada. Cuando un caballo se quiebra lo asesinan, porque ya no les sirve. Dicen que no está quebrada sino que se le desplazaron los ligamentos, aunque no difundieron nada oficial. La gente que estaba ahí asegura que se notaba que era una quebradura. Yo creo que la fiscalía por lo menos debería dar lugar a la denuncia y admitir que eso es maltrato. Queremos llevar a Tabaquera a un refugio y que se recupere. No queremos que la maten”, dijo a Infojus Noticias Andrea Olazábal, abogada y miembro de la asociación Sin Estribo.
Los animales no son cosas
“Si a vos te dañan el auto nadie te va a meter preso por la ley de maltrato sino por daños. Claramente un animal no es un objeto ni una cosa. Cuando te cosifican te sacan los derechos. Y cuando hacen una interpretación de los animales como cosas, se niega la ley federal 14.346 contra la crueldad animal. Los animales no son cosas, están dentro del sistema jurídico”, dijo Olazábal.
La ley 14.346 es amplia y se usa para casi todos los casos de crueldad animal. “El ex juez de la Corte Suprema Eugenio Raúl Zaffaroni dice que como esa ley considera víctima a un animal evidentemente lo está sacando de la categoría de cosa, porque víctima solo puede ser un sujeto” dijo Olazábal y explicó que “por eso él habla de una subjetivación jurídica”.
Los principales habilitadores de subjetivación jurídica en una sociedad son el Código Civil y la Constitución. Olazábal puso como ejemplo el Código Civil de Alemania, que dice que los animales no son cosas sino seres sintientes que tienen derechos conforme a los estatutos: “En Argentina eso falta y es difícil que avancen las denuncias. Sobre todo en un lugar como Jesús María, donde los miembros de la Justicia están acostumbrados a ese maltrato que llaman tradición”.
Declárese a “La Jineteada” deporte y a los “Jinetes” deportistas
La ley cordobesa 8952 sancionada en 2001 apaña a las jineteadas y las denomina “deporte”. Dice: “Jineteada es la competencia pública que consiste en demostrar el dominio, preponderancia y estilo del jinete en la monta de caballos reservados, en sus distintas modalidades.
Por reglamento se establecen las categorías de los jinetes de acuerdo a su experiencia. Los menores de edad podrán participar siempre que se presenten con la autorización de quien ejerza la patria potestad. Este año se incorporó la jineteada con mujeres.
Esta ley provincial contradice a la nacional (14.346) en dos incisos del artículo 3: “Lastimar y arrollar animales intencionalmente, causándoles torturas o sufrimientos innecesarios…” y “realizar actos públicos o privados de riñas de animales, corridas de toros, novilladas y parodias en que se mate, hiera u hostilice a los animales”.
Un pacto para disminuir riesgos
“Hace 32 años que estoy institucionalmente en la protección de los animales, y desde lo institucional hice denuncias penales contra la doma y las jineteadas pero en la Justicia de Jesús María son arte y parte, por lo que es muy difícil que avancen. Los intereses económicos están en primer lugar y se hace muy duro”, dijo a este portal Laura Baggio, presidenta de la fundación que lleva su nombre.
A Baggio los organizadores le dijeron que hasta que no hubiera una ley que prohíba las jineteadas, se seguirían haciendo. “A pesar de eso desde febrero inicié una mesa de diálogo con los organizadores, porque ellos nunca aceptaron sentarse con ningún otro proteccionista. No fue fácil la discusión, sobre todo lo de las jineteadas, cosa que dejamos para lo último. Pero logramos avances: que no se usen bombas de titanio como pirotecnia y que a los animales se los tenga en un lugar mejor mientras esperan durante todas las horas del día, ya que estaban expuestos a temperaturas de hasta 50 grados centígrados”, dijo Baggio.
Según Baggio los acuerdos no son la solución pero sí un escalón. “Desde mi Fundación repudiamos la jineteada y queremos trabajar para una ley nacional que la prohíba en todo el país. Hay una ley provincial que contradice a la nacional. No hay que someter a los animales a sufrimientos innecesarios, pero vamos a seguir mientras tanto haciendo lo que se pueda para reducir el dolor”, dijo Baggio.