Ricardo Franco presentó su renuncia que ya fue aceptada por el Ejecutivo provincial. Atravesaba un juicio político y la semana pasada había denunciado que su mujer lo golpeaba.
El polémico juez del Tribunal Superior de Justicia de Chaco, Ricardo Franco presentó su renuncia ayer. Lo hizo por escrito ante el Poder Ejecutivo local, pidiendo licencia hasta el 31 de julio e informando que desiste de sus funciones desde el 1° de agosto. La misma fue aceptada en el día por el vicegobernador Juan Carlos Bacileff Ivanoff.
Franco estaba sometido a juicio político, luego de que en octubre del año pasado chocara a una persona con su auto. Los exámenes arrojaron que el juez conducía con un alto grado de alcohol en sangre. La Cámara de Diputados de la provincia estaba llevando adelante el juicio político y esperaban tener la sentencia antes de fin de año.
La semana pasada, el juez fue protagonista de un escándalo mediático al denunciar que su pareja, una joven de 27 años empleada en la Comisaría de la Mujer, lo golpeaba en la casa. El juez había dicho que ella practicaba boxeo y calificó la situación como de “violencia doméstica”. Pocos días después, la novia respondió con una contradenuncia en la que sostenía que el violento era él.
Franco, de 62 años, tenía serios problemas de salud. Sin embargo, la renuncia suele ser el recurso que utilizan los jueces para evitar los juicios políticos. Así ocurrió, por ejemplo, con los jueces de la Cámara Penal tucumana que absolvió a los imputados por el caso de Marita Verón. En esa oportunidad, los camaristas Emilio Hilera Molina y Alberto Piedrabuena presentaron su renuncia luego de los pedidos de juicio político para destituirlos.