La madre del chico de 13 años agredido, que tiene una fractura de tabique, denunció que otros dos menores maltrataron a su hijo por ser judío. La abogada que patrocina a los adolescentes da otra versión de los hechos y alega que se estaban defendiendo. El INADI repudió el hecho y pidió investigar.
Sólo ellos tres saben qué pasó la tarde del 7 de octubre, pero el caso ya está en los diarios locales. Lo cierto es que uno de los chicos, de 13 años, que jugaba esa tarde en la vereda en Allen, un pueblo chico de Río Negro, tiene una fractura de tabique y su mamá, Gabriela Dolinsky, asegura que le arrojaron un ladrillo en el rostro por ser judío. Denunció a otros dos menores, de 12 y 15 años, que están acusados por lesiones graves y discriminación.
Cuando uno de los adolescentes le preguntaron sobre su forma de hablar, el chico contestó que había nacido en Israel y que era judío. Los chicos empezaron a reírse, y las burlas terminaron en agresiones. Eso denunció Gabriela Dolinsky, que aseguró que a su hijo lo golpearon con un ladrillo en la cara y le tiraron la bicicleta en una acequia. Realizó la denuncia al día siguiente en la Comisaría 6° de Allen y dijo a los medios que su hijo había sido víctima de un acto de discriminación por su religión. El comisario Ricardo Graneros aseguró que enviarán la denuncia al Juzgado de Instrucción N° 12 de General Roca y a la Fiscalía N° 5 de la misma jurisdicción. En esos organismos respondieron que aún no tuvieron noticias del expediente.
La abogada Jessica Ramos tomó la defensa del caso y ayer dio a conocer un escrito donde negó los hechos. “No es cierto que los niños sindicados por la señora Dolinsky sean los agresores y menos aún que discriminaran a su hijo o se burlaran de él por motivos de su religión”, apuntó, y sostuvo que el chico tenía lesiones en la nariz desde antes de la supuesta agresión. “Tampoco es cierto que los pequeños de esta familia le hayan arrojado su bicicleta a una acequia”, escribió, y aseguró que los chicos no sabían que él era judío. Infojus Noticias se comunicó con la Comisaría 6° de Allen, donde afirmaron que el médico de la policía constató la fractura del chico.
Ramos sostiene que fue la presunta víctima quien agredió a los chicos al insultar a la mayor de ellos, de quince años. “Su hermano, más pequeño aún, sólo intentó infructuosamente defenderla”, dijo, y cruzó una nueva acusación: “la señora Dolinsky y su esposo, en paños menores, se hicieron presentes en el domicilio de la familia(que patrocino), gritando e intentando ingresar violentamente a la vivienda para golpear al más pequeño”. Calificó las acusaciones como “inexactas, parciales, tendenciosas además de injuriantes" y adelantó que reclamarán por los daños y perjuicios causados.
Los dos acusados perdieron a su madre en febrero de este año y viven solos con otros seis hermanos. El mayor de ellos es Sergio Huenten, de 21 años, que está tramitando la guardia legal, según informó Ramos.
La delegación provincial del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) expresó su “total repudio” a lo que calificó como una “flagrante manifestación de odio y racismo” y pidió investigar “la posibilidad de que haya adultos responsables de inculcar odio racial o religioso”. El organismo se puso a disposición de la familia agredida y ofreció herramientas de concientización para las escuelas involucradas.