Sólo el último domingo hubo cuatro crímenes. El año pasado en Rosario se cometieron 182 homicidios. La cifra equivale a una tasa de 15,3 cada 100 mil habitantes, el triple de la media nacional. De mantenerse esta tendencia, el 2013 terminaría con casi un 20 por ciento más de homicidios.
El domingo a la tarde Ezequiel Gustavo Express, de 19 años, estaba en la puerta de la casa de unos amigos, en la zona sur de Rosario. Por la vereda pasaron caminando dos jóvenes. Después de una breve discusión, uno de ellos sacó un revólver y gatilló ocho veces. El crimen de Ezequiel fue uno de los cuatro que hubo en la ciudad ese día y uno de los 129 en lo que va del año. El año pasado en Rosario hubo 182 homicidios, lo que equivale a una tasa de 15,3 cada 100 mil habitantes, el triple de la media nacional. Este año ya hubo 129. De mantenerse esta tendencia, el 2013 terminaría con casi un 20 por ciento más de homicidios.
Martín Gonzalo S., de 16 años, se despertó sobresaltado. Eran las 4.30 de la madrugada del domingo. De golpe, sin preámbulos, su cuñada le dio la mala noticia: su hermano, Rodrigo Chacón, de 29 años, estaba muerto a unas pocas cuadras de allí. Cuando llegaron lo vieron a Rodrigo tirado sobre un badén de la calle José Ingenieros al 7700, en el barrio de Fisherton. Un charco de sangre le rodeaba la cabeza. Una bala le había ingresado arriba del ojo derecho, atravesándole la ceja.
Un jefe policial dijo a Infojus Noticias que unas horas más tarde, en la comisaría 17, Martín contó que cuando llegó a ver a su hermano en la esquina había un grupo de jóvenes. Al verlo, dijo, le empezaron a disparar. Una bala le atravesó la pierna izquierda y debió ser atendido en el Hospital de Niños de Zona Norte.
Los agentes de la división de Homicidios encontraron en el lugar 6 vainas de 9mm. Los vecinos consultados dijeron no haber visto no escuchado nada.
Una hora y media más tarde, en Empalme Graneros, en una canchita de fútbol en medio de casas de chapa, tres o cuatro hombres tomaban cerveza alrededor de una fogata. Varios de ellos declararon que se acercó otro grupo. Uno habría pedido un trago que le fue negado. La discusión se convirtió en pelea. Hubo piñas y puñaladas. Los recién llegados se retiraron cargando un acuchillado.
Al rato volvieron. Eran más que antes y estaban armados con un revólver .22 largo. Oscar Acuña, de 39 años, recibió dos heridas en la cabeza y tres balazos: en el lado derecho de la axila, en la clavícula y en la espalda. Cuando llegó la policía, Acuña ya estaba muerto. Cinco hombres de entre 20 y 40 años, todos con heridas de bala, quedaron detenidos.
El mismo domingo, cerca de las 5 de la tarde, Ezequiel Gustavo Express, de 19 años, estaba en la vereda de la casa de un amigo en Rodríguez y Dr. Riva, en la zona sur. También estaba su amigo y la hermana con una nena en brazos. La mujer declaró que dos jóvenes llegaron al lugar con revólveres en la mano.
–No, Chicho, pará– contó la chica que le dijo Ezequiel a uno de ellos.
Ella se metió con su hija en la casa. Cuando salió lo vio a unos 20 metros tirado en la vereda. Ezequiel tenía ocho orificios de bala. El informe médico no explicó cuántos balazos recibió el joven.
La policía le tomó declaración al esposo de la madre de la víctima. El hombre contó que un mes atrás Ezequiel se había peleado en un boliche con dos primos: Chicho y Bebe. La descripción de la testigo coincidió con la del padrastro.
Esa misma noche, en Jorge Kay al 600, en la zona oeste, Ileana volvía del centro de testigos de jehová a su casa con Ramiro, su nuevo novio. Cuando llegó se sorprendió al ver a su expareja en la puerta.
Ileana y Martín Américo Prado se habían hace tres años después de tener dos hijos. El hombre tenía una prohibición de acercarse al hogar familiar.
La mujer contó que su ex pareja la insultó y le recriminó que estuviera nuevamente en pareja. Rodrigo, su nueva pareja, se había quedado en el auto. Prado se acercó al vehículo y golpeando el capot invitó al hombre a pelear. Cuando me acerqué vi que Martín ya sangraba”, declaró la mujer.
Cuando los agentes de Homicidios y la subcomisaría llegaron al lugar, el supuesto homicida había huido. Unas horas después allanaron la casa de los padres de Ramiro pero tampoco lo encontraron.
Según datos oficiales, la mayoría de los homicidios en Rosario son los denominados “conflictos interpersonales”. El concepto abarca desde femicidios hasta las muertes relacionadas con el narcotráfico.