Durante una marcha realizada anoche a los tribunales locales, la madre de David Moreyra afirmó que "en la causa judicial no hubo ninguna novedad y no hay nadie identificado" como presunto autor del crimen.
Familiares de David Moreyra (18), un albañil linchado por vecinos de Rosario que lo acusaban de un arrebato en la vía pública, reclamaron el esclarecimiento del hecho y denunciaron que "en la causa judicial no hubo novedades", al cumplirse dos meses del asesinato.
"Estamos pidiendo justicia, que el caso se esclarezca y encuentren a los culpables", dijo Lorena Torres, la madre del adolescente asesinado a golpes por vecinos del barrio Azcuénaga, de Rosario, el 25 de marzo pasado, acusado de participar de un presunto arrebato junto a otro joven.
Durante una marcha realizada anoche a los tribunales locales, la mujer afirmó que "en la causa judicial no hubo ninguna novedad y no hay nadie identificado" como presunto autor del crimen.
Además, informó que se presentará "como querellante" en la causa caratulada como homicidio que investiga el fiscal Florentino Malaponte.
En tanto, el abogado de la familia Moreyra, Norberto Olivares, dijo que aún no hay culpables porque si bien "hay líneas de la investigación que se trabajan para dar con los autores, hasta ahora no existe ningún resultado concreto en cuanto a la identificación".
El 25 de marzo pasado un grupo de vecinos del barrio Azcuénaga asesinó a golpes al joven albañil al que acusaban de haber participado, junto a otra persona, en un presunto arrebato a una chica que caminaba por la zona oeste de Rosario con su bebé en brazos.
Fuentes del caso recordaron que al intentar escapar, los presuntos asaltantes chocaron la motocicleta en la que huían y Moreyra, que viajaba como acompañante, cayó al suelo. Vecinos y personas que pasaban por el lugar comenzaron a golpearlo hasta dejarlo inconsciente.
Según la investigación, un vecino llamó para suspender la ambulancia que había pedido otro habitante del barrio, por lo que el joven demoró en ser trasladado al hospital de Emergencias, donde falleció dos días después por pérdida de masa encefálica. Olivares opinó que la Justicia debe actuar con mayor rapidez ya que, enfatizó, "se perdieron 60 días de oro y queremos recuperarlos lo antes posible".
El abogado explicó que "los familiares no pudieron participar en las audiencias de los testigos, donde uno como querellante puede repreguntar, (por lo que) se perdieron casi 40 audiencias de testimonios".