Una multitud acompañó a la familia de la chica de 14 años que fue hallada enterrada en el patio de la casa de su novio. El adolescente, de 16, está detenido, al igual que su familia, sospechada de haber colaborado en el hecho.
El domingo, durante todo el día, una multitud caminó por Rufino y sus alrededores para encontrar a Chiara Páez. Revisó caminos, descampados, rutas y taperas. La buscó viva y la encontró muerta. En la tarde de ayer los rufinenses volvieron a salir a la calle pero esta vez para exigir justicia por el crimen de la nena de 14 años que apareció asesinada a golpes en el patio de la casa de la familia de su novio. En silencio, sólo interrumpido por gritos con pedidos de justicia, acompañaron a la familia de la adolescente, llevando velas blancas y cartulinas de colores con varias leyendas alusivas. “Pido que se haga justicia por mi hija. Otra cosa no”, dijo Verónica, la mamá de Chiara.
Los locales cerrados antes de las siete de la tarde eran uno de los primeros indicios de lo que se estaba gestando en la plaza Sarmiento, en el centro de Rufino. Para las 18:30 estaba pautada una conferencia de prensa de los padres de Chiara, que estaba embarazada de un mes y medio y fue encontrada muerta a golpes en el rostro tras varias horas desaparecida. A las 19 la multitud cubría las calles cercanas a la plaza. El silencio era absoluto. Era la muestra de respeto más grande que ofrecían a la familia de la nena, muy querida en la zona.
Fabio, el papá de Chiara, había hecho varias veces referencia a la conferencia durante el entierro de la chica en el cementerio local. La gente fue a escucharlo. En el lugar había desde personas mayores con bastones hasta bebés en los carritos, empujados por sus mamás. Un grupo de nenas con el uniforme del equipo de hockey de Rufino lloraba y se abrazaban entre ellas. Tenían puestos sus minis y buzos negros con la identificación del club. El mismo uniforme que Chiara usó durante años. “Ella estaba en todo y siempre con su sonrisa. Jugaba al hockey, iba a la escuela, salía con sus amigas y colaboraba con la Iglesia, como su mamá”, señaló a Infojus Noticias María, una vecina que aseguró a “no haber visto nunca una marcha así en Rufino”. “Hice el esfuerzo de pensar si cuando fue lo de Natalia Fraticceli vino tanta gente a una marcha, pero no. No fue algo tan grande”, dijo la mujer que recordó el episodio, del que la semana próxima se cumplirán 15 años.
Los asistentes a la marcha supieron, por el relato de Verónica y Fabio -que llevaban remeras blancas con la leyenda “Ni una menos”- cómo y cuándo había empezado la búsqueda de Chiara y la manera en que durante todo el domingo M, su novio, y la familia de él, se comunicaron con Verónica y se mostraron preocupados por la nena que desde la madrugada del domingo estaba desaparecida. “Yo lo defendí hasta último momento”, dijo Verónica entre lágrimas y con un rosario envolviéndole la mano izquierda. De cerca la apoyaba Tania, una de las hijas del primer matrimonio de Fabio. Un poco más atrás estaba Romina, de 18, la primera de las dos hijas que Verónica tuvo con Fabio y con la que vive en el centro de la ciudad.
“Ella tiene un buen trabajo en una empresa de cosméticos y es una gran mujer que trabaja a diario en la iglesia. Va y viene ayudando a quienes más lo necesitan. Hoy están todos acá por ella”, dijo Bety, otra rufinense que llegó a la marcha. Otras mujeres contaban que desde el primer momento en que se conoció la desaparición de la nena el padre Diego, el párroco local fue hasta la casa de Verónica. La acompañó en la espera, cuando se conoció el hallazgo del cuerpo, en el velatorio y en el entierro.
En la plaza, el hombre se descompensó. “Fue demasiado, no se movió de al lado de ella”, agregó otra mujer que destacaba que Verónica siempre apoyaba a sus hijas. Algo que la familia dejó en claro cuando contó que desde el primer momento apoyaron a la nena con su embarazo de ocho semanas.
La marcha fue desde la plaza hasta la comisaría, a lo largo de cinco cuadras. Cuando llegaron al destacamento, se vivieron momentos de tensión. Muchos querían ir a la casa donde se encontró el cuerpo y prenderla fuego. Fabio los convenció de que no era el camino. “Seamos pacíficos”, pidió. Otros insistían en hacerlo. El hombre, quebrado por el dolor, insistió en que no y explicó que esa era la escena del crimen y no debían perderse pruebas.
De cerca se veían las pancartas con la foto de Chiara. La mostraban como todos la recordaban: bonita, alegre, sonriente. Fue entonces cuando el contraste con las palabras de Fabio se hizo aún mayor. “Mi hija estaba en el cajón desfigurada. Tenía 14 años. ¿es justo eso?” se preguntó el hombre . ¡Justicia! Se escuchó desde la multitud. Y el grito se multiplicó.
Por el caso están detenidos el novio de la adolescente, su mamá, su abuela y las parejas de ambas. Ayer, durante la mañana y parte de la tarde, se realizó la reconstrucción del crimen, con el menor de edad acusado. Después, los fiscales del caso dieron una conferencia de prensa para dar a conocer las novedades del caso. El fiscal regional de VenadoTuerto, Alejandro Sinópoli, dijo que M, el adolescente detenido, "falsea la verdad". M no dijo nada todavía sobre por qué mató a Chiara, con la que salía desde octubre pasado, pero con la que se conocían desde chicos.