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Una mujer quedó demorada por llevar cuatro pichones de loro dentro de una caja de cartón. Ocurrió en el sudoeste de Salta capital, donde la mujer pretendía vender los animales. Para la Policía, la negociante estaba infringiendo la ley al querer comercializar esa especie de aves. Ahora, los loros están en una reserva ecológica de la provincia.

De la cajita de cartón que estaba en el piso salían ruidos raros. La mujer que estaba parada al lado, resultó “sospechosa” para los efectivos policiales que recorrían el barrio. Era una zona comercial donde funcionaba una feria, en el barrio Sitta de la capital salteña. Ante la mirada nerviosa de la señora, los oficiales se acercaron para ver qué ocurría y detuvieron su atención en la caja que estaba cerrada.

Así dieron con los cuatro pájaros verdes, que se movían dentro de la caja en lo que el veterinario llamó después “un estado de shock”. La Policía informó a la mujer que lo que hacía estaba sancionado por el Código Contravencional, que en su artículo 91 prevé hasta 20 días de arresto para el que capture animales “protegidos.”

Poco después llegó al lugar personal de la Policía Rural, así como un veterinario especialista. El profesional determinó el nombre científico y la especie de las aves, lo que será relevante a la hora de evaluar si se trató de animales especialmente protegidos.

Los cuatro pichones quedaron a resguardo de la fuerza de seguridad salteña, que las llevó a la Estación de Fauna Autóctona de Finca “Las Costas”, a 14 kilómetros de la ciudad. Allí informaron que pondrán a las aves bajo un cuidado especial para estabilizarlas. Una vez que puedan valerse por sí mismas serán liberadas en su hábitat natural.