El joven estaba alojado en el Departamento Central de Policía y le quebraron una pierna. Antes había pasado por el penal de Chimbas, donde en junio le rompieron el cráneo y le dejaron graves secuelas.
Federico Fernández Gizzi denunció que su hijo Federico Fernández Santa Lucía fue golpeado por efectivos policiales vestidos de civil en el Departamento Central de Policía de la provincia de San Juan y como resultado de la golpiza le quebraron una pierna. Estos hechos ocurrieron el 31 de octubre a las 11 de la noche. La fiscal federal de San Juan Ana Katya Troncoso Muñoz y el defensor público oficial Horacio Garcete, con la asesoría de la Procuraduría contra la Violencia Institucional (Procuvin), interpusieron un habeas corpus en favor de Federico Fernández Santa Lucía. Solicitaron al juez federal Leopoldo Rago Gallo que se traslade a Fernández Santa Lucía a un ámbito del servicio de salud de la provincia donde pudiera recibir atención adecuada. El viernes, el juez Rago Gallo se declaró incompetente y elevó la causa a la Cámara Federal de Mendoza quien debe resolver.
El domingo pasado a la noche Fernandez Gizzi fue baleado por dos hombres que se presentaron en su casa. Le advirtieron que era por la denuncia de los hechos.A su hijo, de 29 años, lo habían trasladado al Departamento policial porque en el penal de Chimbas, en la provincia de San Juan, donde estaba detenido, lo habían golpeado agentes del servicio penitenciario el 25 de junio. Ese día, como consecuencia de un golpe en la cabeza, el joven perdió masa encefálica y tuvo una infección cerebral causada por un elemento filoso, probablemente oxidado.
Amenazas previas
El 31 de octubre el padre fue a llevarle comida a su hijo al Departamento de Policía. Los policías le devolvieron la vianda y en el Departamento le informaron que su hijo estaba en el Hospital Rawson porque se había caído y quebrado una pierna. Cuando el hombre fue al hospital no pudo consultar el informe médico. Una empleada le dijo que se lo había llevado el personal policial. En la habitación, el joven estaba custodiado por dos policías, uno de ellos le dijo que no tenía nada que ver con lo sucedido y le pidió que no lo denunciase porque se iba a quedar sin trabajo. El médico finalmente le comentó al padre que creía que el joven había recibido un puntapié de una bota que habría ocasionado la fractura.
Además el padre del joven sostuvo, en su denuncia, que su hijo le relató que "si acusaba a alguno de los policías le quebrarían la otra pierna".
El sitio fiscales.gob.ar informó que Fernández Santa Lucía “tiene graves problemas de salud como consecuencia de las dos terribles golpizas que sufriera estando detenido, primero bajo tutela del Servicio Penitenciario sanjuanino y luego a cargo de la Policía provincial”.