Más de 150 inscriptas participaron de la inauguración de la Escuela. Se busca crear un espacio -con herramientas del campo de la educación popular-, para reflexionar sobre diversidad y salud sexual y el rol de los medios en la reproducción de situaciones hegemónicas.
La Escuela Popular para la Formación en Género de Santiago del Estero se inauguró el sábado pasado con más de 150 inscriptas. La iniciativa surge de un convenio firmado entre el Consejo Nacional de las Mujeres (CNM), dependiente del Consejo Nacional de Políticas Sociales del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, la Universidad Nacional de Santiago del Estero y organizaciones civiles locales. El propósito de esta escuela, con réplicas en otras provincias, es “construir un espacio en el ámbito de la universidad para la formación, reflexión e intercambios destinado a personas provenientes de sectores populares”.
El programa nacional de formación "Escuelas Populares para la Formación en Género" pone en diálogo directo a los centros de producción de conocimiento, históricamente reservados al acceso formal a la educación terciaria o universitaria, con la comunidad. La propuesta busca fomentar la participación ciudadana en general y especialmente la de personas que integren organizaciones sociales, a través de un proceso de articulación con Universidades Nacionales, Municipios, gobiernos provinciales y organizaciones sociales. En los ocho encuentros de cursada en Santiago del Estero los participantes se centrarán en la problemática de género: por ejemplo diversidad, salud sexual y el rol de los medios de comunicación, entre otros.
Los derechos de las mujeres
En Argentina existen desarrollos normativos de vanguardia en materia de consagración de los derechos de las mujeres. También se desplegaron diversas políticas orientadas a la reducción de la desigualdad entre varones y mujeres en distintos ámbitos. “Pero es necesario profundizar esas políticas, difundirlas y trabajar específicamente en acciones orientadas a favorecer la modificación del contexto estructural en el que hace anclaje un modo de relación jerárquica entre las personas determinado en razón del género”, consideran desde el programa.
La transformación de estructuras que generan y sostienen la desigualdad constituye una tarea permanente que demanda acciones de Estado orientadas a democratizar la palabra y el acceso a la reflexión crítica respecto de las relaciones sociales, económicas, culturales, jurídicas y la incidencia del género sobre ellas.
“Para ello resulta imprescindible que el Estado trabaje articuladamente con la finalidad de difundir y extender la "agenda de género", incidiendo en la democratización del acceso al conocimiento, enriqueciendo el proceso de movilización social y política de las organizaciones y de la ciudadanía en general”, informaron.
La metodología que adoptan estas escuelas toma herramientas del campo de la educación popular, “esencial para que la actividad sea participativa, coloque en valor la experiencia de los y las participantes y genere reflexiones críticas sobre situaciones hegemónicas”.
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