El colectivo trans que habita estas tierras tiene dos necesidades básicas: el acceso al trabajo y la salud. La "Jornada de sensibilización sobre el delito de trata laboral y sexual en la comunidad trans”, organizada por el Centro de Acceso a la Justicia (CAJ) palpaleño, debatió los temas con referentes provinciales y nacionales.
La ciudad de Palpalá está 1125 metros sobre el nivel del mar y trece kilómetros al sur de San Salvador de Jujuy. Como en el resto de la Argentina, el colectivo trans que habita estas tierras tiene dos necesidades básicas que persisten más allá de la ley de Identidad de Género vigente desde 2012: el acceso al trabajo y la salud. Para discutir sobre lo que falta y proyectar soluciones, la semana pasada hubo una “Jornada de sensibilización sobre el delito de trata laboral y sexual en la comunidad trans”, organizada por el Centro de Acceso a la Justicia (CAJ) palpaleño. La actividad estuvo a cargo de referentes provinciales y nacionales, entre los que estuvo la coordinadora del Programa Nacional de Rescate a Personas Damnificadas por el Delito de Trata, Zaida Gatti.
“Trabajamos en el territorio y hace más de tres años que coordinamos con la fundación Damas de Hierro, que aglutina la comunidad trans y lgbt y conoce de cerca la problemática y la violencia que sufren. Promovemos un consultorio amigable para la atención primaria de la salud de toda la comunidad trans y donde también se haga el testeo de HIV”, dijo a Infojus Noticias Pedro Atauche, coordinador del CAJ de Palpalá.
Articular lazos de solidaridad
Otra de las actividades que se hacen desde el Centro de Acceso a la Justicia es “asesorar para la inserción social de la comunidad trans”. Según Atauche, “la cercanía permite comprender que la prostitución no es tanto una elección de vida sino lo que le toca a la comunidad falta de otras oportunidades reales, por eso lo que estamos trabajando fuerte es que ellas puedan dejar la calle para insertarse socialmente”.
Lourdes Ibarra, referente de trans de Damas de Hierro, explicó que la organización coordina con el CAJ para articular acciones solidarias y de contención. “Trabajamos desde Palpalá para la provincia y buscamos llegar sobre todo a los lugares donde hay prostitución. A muchas, y me incluyo, nos tocó pasar por la prostitución en las calles y queremos que existan otras alternativas para nuestras vidas, porque sentimos que el trabajo nos puede devolver la dignidad que culturalmente nos fue negada. Para eso estamos con el proyecto de microemprendimientos para las compañeras, gestionando planes sociales y seguros de capacitación y empleo.”, explicó Ibarra.
“Además de las cuestiones de capacitación buscamos unirnos con recreaciones: somos el primer equipo de fútbol trans que compite en una liga de futbol femenino”, dijo la referente.
El cupo de empleos
A mediados de septiembre la Cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires sancionó la ley que crea en el sector público de la provincia un cupo mínimo, de al menos un uno por ciento de los empleos, para el colectivo travesti, transexual y transgénero. La idea del activismo TTT es que esa ley se extienda al resto del país, para que se naturalice la vida trans y con el tiempo se logre que las personas sean reconocidas para acceder a un trabajo más allá de su condición de género.
En la jornada también participó el intendente de Palpalá, Alberto Ortiz, el ministro de Seguridad y Justicia de la provincia, Alberto Matuk y el referente.nacional de La Cámpora Diversia, Damián Carmona.
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