Infojus Noticias

Alberto Sebastián Moreno, acusado del femicidio de María Belén Morán en Manzanares, se negó a declarar ante la fiscal Carolina Carballido, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Violencia de Género de Pilar, según confirmaron fuentes judiciales a Infojus Noticias. El hombre, que fue detenido en la madrugada del domingo, está imputado por "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por desobediencia". Antes del crimen, vulneró la restricción perimetral que tenía respecto a su ex pareja.

Moreno pasó la noche en el penal provincial de Melchor Romero. Había sido detenido en las primeras horas del domingo en la intersección de Zeballos y Mansilla, del barrio El Bosque, a metros de las vías del Ferrocarril Urquiza. Iba caminando solo. Cuando vio a los agentes del Comando de Prevención Comunitaria (CPC) de Pilar comenzó a correr. Llevaba su documento, por lo que los policías lo identificaron con rapidez. De la detención, participaron efectivos de la comisaría primera.

El último jueves, el titular del Juzgado de Garantías 7 de Pilar, Walter Saettone, había pedido la “captura nacional” para Moreno. A partir de entonces, se destinaron a su búsqueda 280 efectivos de la Jefatura Departamental Pilar y de la Jefatura Distrital.

“No estamos frente a un supuesto asesino: estamos frente a un verdadero asesino. Queremos que sea condenado con la pena máxima. Aunque ni eso nos va a reparar. Por suerte, mi nietita es chiquita y se va a reponer pronto. La vamos a asistir y acompañar”, declaró aInfojus Noticias, Marilén Maldonado, la madre de la víctima. La mujer está al cuidado de la hija de 4 años que tenía la pareja.

Marilén relató que se enteró de la detención de Moreno a través del mensaje de texto que le envió una periodista. “Tuve que llamar yo a la comisaría para saber qué había pasado”, comentó la mujer que, en el día de ayer, encabezó una movilización al destacamento policial de Manzanares. La acompañaron alrededor de 100 vecinos, que llevaban carteles con las consignas “Ni una menos” y “Justicia para Belén”.

De acuerdo con la autopsia, los forenses determinaron que la joven recibió 12 puñaladas.  La causa y el mecanismo de la muerte fue un “degüello homicida con producción de anoxia cerebral debido a shock hipovolémico irreversible, por profuso sangrado arterial y venoso”.

La herida del degüello es de 12 centímetros desde de la línea media del cuello a la región lateral izquierda. Según el informe, es probable que el agresor hubiese estado detrás de la víctima. Otra lesión grave es una puñalada en la nuca que tiene 5,2 centímetros de profundidad que “atravesó planos musculares, región prevertebral y lesiona vasos de la región derecha del cuello”.

Las otras diez lesiones comprenden heridas punzocortantes ubicadas en la cabeza y cortes en ambas manos, que denotan la actitud de defensa de la víctima. Las lesiones, que fueron con un arma blanca de filo y punta, se hicieron “en forma sucesiva y con un muy corto intervalo entre ellas”.

Un femicidio anunciado

El  último 20 de julio, Marilén Maldonado, la madre de Morán, fue a la casa en la que su hija vivía con Moreno. No le abrieron la puerta pero, desde afuera, escuchó los gritos de la chica pidiendo ayuda. Maldonado fue hasta la Comisaría de la Mujer de Pilar. Volvió acompañada de policías y, junto a ellos, logró rescatarla. El 21 de julio, el Juzgado de Familia N° 1 de Pilar había dictado una medida de restricción contra Moreno: le habían prohibido acercarse a menos de 500 metros de su ex mujer y la madre. Belén pasó los dos días siguientes en un refugio de Pilar para víctimas de la violencia machista. Después, se fue a vivir con su madre.

La medida de protección impedía que Moreno estuviera a cinco cuadras de distancia de Belén. Sin embargo, el hombre ya había desafiado la decisión judicial cuando se mudó a una cuadra y media; antes vivía a ocho cuadras.

Por su parte, la joven había empezado terapia en un centro de salud de Pilar y, por primera vez, había participado de una reunión con un grupo de mujeres víctimas. Para entonces, ya había hecho doce denuncias contra su expareja, y estaba siendo asistida por la Comisaría de la Mujer y la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia.

El día previo al asesinato, Moreno fue tres veces a la casa en la que vivía junto a su ex pareja. Esa noche la amenazó a ella y a su madre. A pesar de que ambas dieron aviso a la comisaría, los policías sólo dialogaron con él. “Vino el patrullero y cuando lo vieron, lo palmearon en la espalda y le dijeron que se quedara tranquilo”, contó César Gerez, el padrastro de Belén.

MFA/LL