El juez de garantías de Morón Alfredo Meade se reunió ayer con los acusados de haber asesinado un colectivero. Este encuentro fue uno de los pocos momentos en los que Luz y Diego tuvieron derecho a réplica y donde fueron informados de cómo sigue el proceso.
“No tengo ninguna duda que estas dos personas son totalmente inocentes”, dijo a Infojus Noticias el juez de garantías de Morón Alfredo Meade sobre Luz Gómez y Diego Romero, acusados de haber asesinado a un colectivero en Castelar en 2011. Ayer Meade los recibió para notificarlos sobre las novedades procesales de la causa. En septiembre, la jueza de Garantías Mónica López Osornio dictó la excarcelación para la pareja pero a las dos semanas el fiscal general de la Unidad Fiscal de Instrucción 7, Matías Rappazzo, apeló y la Cámara de Apelaciones de Morón ratificó esta apelación. El abogado de la pareja presentó un recurso y ahora, la Cámara de Casación Bonaerense decidirá sobre el futuro de los jóvenes.
“Puede ser que la Cámara ratifique la apelación o tenga en cuenta el sobreseimiento que pedimos desde el juzgado de Garantías”, explicó Meade a Infojus Noticias.
En la reunión con el juez, además de la pareja, estuvo presente Vanesa Orieta, hermana de Luciano Arruga, entre otros referentes de distintos organismos de derechos humanos locales. Amalia Ortega, la madre de Luz, también fue al encuentro. La semana pasada la mujer decidió encadenarse frente a los Tribunales de Morón para pedir la libertad definitiva de su hija y yerno. Después de esta medida extrema de protesta, llegó la reunión con el magistrado. El derrotero que Luz y Diego viven hace casi dos años demuestra que cada vez que organizan una manifestación se desencadena un mínimo avance en la causa.
Este encuentro fue uno de los pocos momentos en los que Luz y Diego tuvieron derecho a réplica. Meade les explicó que no comparte la decisión de fiscal y abrió las puertas del juzgado para dialogar con ellos y poder explicarles cómo sigue el proceso. También les comunicó que deberán acercarse a la sede judicial para notificarse cada 90 días. Si bien la pareja enfrenta la posibilidad de un juicio, el fiscal aceptó que llegaran a esta instancia en libertad. Hay otros tres acusados que todavía están detenidos por el crimen.
“El fiscal desoyó la decisión de la jueza Osornio que había pedido el sobreseimiento. En lo personal, después de haber estudiado todo el expediente creo que no hay pruebas para que se los considere culpables. Comparto y acompaño la decisión de la jueza de Garantías” dijo Meade tras la reunión.
Juan Carlos Noguera, Graciela Ojeda y Miriam Rojas son las tres personas que continúan presas por la muerte del colectivero. Los tres confesaron haber estado vinculados en distintos niveles al crimen. También declararon que Luz y Diego no tenían nada que ver. Noguera es el remisero que llevó a la pareja hasta la casa donde se cometió el crimen. Según su declaración, ese día lo llamó una pareja que solía pedirle viajes. Noguera dijo que eran conocidos como “Pipo” y “Popi”. Dijo que Luz y Diego no son las personas que él subió a su auto. El remisero declaró que Pipo se llama Walter y trabaja en la agencia de remises “Cacho” con un Renault 9 color bordeau. La remisería Cacho se está en la entrada de la Villa La Rana. Es la misma en la que Luz y Diego pidieron un auto la tarde de julio. La misma a la que fueron a reclamar la mochila olvidada.
Ojeda vivía en Castelar y se sospecha que es quien “entregó” la casa. Rojas era su contacto en el partido de San Martín y quien conocía a la pareja que cometió el crimen. Según la causa, las pericias en sus teléfonos dan cuenta de este vínculo. Las dos mujeres declararon no conocer a Luz y a Diego.
Por perder la mochila
El 21 de diciembre se van a cumplir dos años desde que la vida de Luz Gómez, Diego Romero y su pequeña hija Zaira cambió. Esa noche un grupo de policías entró a la fuerza en la casa que alquilaban en Villa Ballester. Buscaban a una pareja que el 1 de octubre de ese año había matado a un hombre que se resistió a ser asaltado en Castelar. En el lugar del crimen, los policías encontraron una mochila Nike negra con un arma marca Taurus Modelo PT92 y en un bolsillo un certificado de vacunas. Ese papel decía que Zaira Romero, la hija de la pareja, había sido vacunada el 21 de septiembre de 2010.
Luz y Diego nunca estuvieron en Castelar. Por descuido o azar se habían olvidado esa mochila arriba de un remís en julio. Cuando volvieron a buscarla le dijeron que no estaba. No se preocuparon porque no tenían documentación importante más que el certificado de vacunas de la nena, que hoy tiene tres años.
Diego pasó un año y tres meses en el penal de Ituzaingó. Luz cumplió un año y nueve meses con una prisión domiciliaria en la casa de una amiga. Antes de estar detenidos los dos trabajaban: Luz lo hacía en una fábrica de tinturas y Diego en una metalúrgica. Hacía tres años que habían venido a Buenos Aires desde su Ledesma natal. Pensaban volverse a Jujuy el año que los detuvieron. Ahora viven en Monte Grande y llevan adelante una pequeña empresa familiar produciendo pizzas y tartas dulces. A pesar de los obstáculos que les presenta la justicia la vida continúa para ellos. Luz está embarazada, espera un bebé para marzo.