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El 26 de abril del 2005 Ramona “Peli” Mercado fue al colegio Humberto Pereyra, donde cursaba noveno año, rindió matemáticas y se sacó un 10. A las 19.30 volvió a su casa, se preparó la merienda y acordó con su mamá ir a devolverle a una tía ropa que le había prestado para ir a una fiesta de 15. Tenía que caminar cinco cuadras por su pueblo, Patquía, pero nunca llegó. Entre las 20.30 y las 21.00 “Peli” desapareció. Su familia considera que fue secuestrada por la misma red de trata que se habría llevado a Marita Verón.

“Hay un testigo que esa noche vio un auto que se fue rápido. Mi sobrina me decía siempre ‘hay un señor que me dice cosas y me molesta’. Era un policía de Patquía que cuando salía de guardia hacía entrar al pueblo una camioneta y llevaba chicas al límite de Chilecito para trabajar en los prostíbulos de Lili Medina. Es el responsable de la desaparición de Peli”, explicó Yacante a Infojus.

Hasta abril de 2008, la investigación por la desaparición de “Peli” la llevaba adelante la Justicia ordinaria. El caso era investigado por el juez de Instrucción Nº 2, Héctor Daniel Barría. Pero con la sanción de la Ley Nacional 26.364, la trata se convirtió en delito federal.
“Cuando mi sobrina desapareció había hipótesis que intentaban tapar la verdad. Se intentó relacionar a la misma familia como culpable de la desaparición, se habló de un aborto provocado en el que mi sobrina murió. Si ella se quería ir se hubiese llevado el documento, al menos”, dijo Yacante.

De la causa judicial se desprende que en 2010 el dueño de un hospedaje de la ciudad de Córdoba, Alejo Villarreal, reconoció la foto de Peli Mercado como una de las tres mujeres que acompañaban a Julio César Romero. Según la declaración de un remisero estas chicas trabajaban de “coperas” en el boliche La Chicholina, camino a Los Molle, Córdoba.

La familia habla de responsabilidad policial y judicial en el caso. “Nosotros les dimos nombres de las personas que son responsables de la desaparición de Peli. El subcomisario Ormenio encontró la punta del ovillo y a partir de ahí lo separaron. Hay complicidad de la policía y de la justicia”, dijo Yacante.

En La Rioja existe una legislación, Ley Provincial N° 8.166, que permite la existencia de prostíbulos de manera encubierta a través de la figura de habilitación de “whiskería”. Esta ley fue cuestionada por el actual titular de la Procuraduría de Trata de Personas, Marcelo Colombo, que pidió que se declarara inconstitucional.

“Es inconstitucional porque que regula el funcionamiento de las whiskerías, viola la ley nacional 12.331 que prohíbe "las casas de tolerancia" en el territorio argentino”, explicó Analia Yoma, integrante del Equipo de Género de AIRE, una organización riojana que trabaja con mujeres.

Según la Oficina de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata, La Rioja es una provincia de captación y de explotación de víctimas. “Al ser una provincia del norte, muy conservadora, aunque existe una ley de trata se habla muy poco y se invisibilizan los casos. No aparecen en la agenda pública. Y esto hace que a 8 años de la desaparición de Peli la justicia no avance en la causa”, dijo Yoma.

En esa misma línea el tío de la joven desaparecida explicó: “Acá el tema de la prostitución siempre existió porque está la complicidad de los políticos y las policías. Los prostíbulos fueron cerrados recién el año pasado. Antes Lili Medina tenía el manejo de todo. Tenía negocios habilitados como bar o pool en los que había menores trabajando”.

En un principio, como Susana Trimarco en la búsqueda de su hija, el tío de “Peli” iba a los prostíbulos del centro de La Rioja para ver si estaba su sobrina. “Yo nunca perdí las esperanzas y voy a seguir hasta agotar todos los medios y encontrarla viva. Pero uno tiene que estar preparado para lo otro, que es lo que no quiere que pase”, manifestó Yacante. La familia no tiene un abogado que los represente porque no cuenta con recursos para pagarle. “Yo estuve en Buenos Aires y al menos ahora están llamando a declarar”, dijo. La familia marchó el viernes por las calles de Patquía y junto a cientos de vecinos pidieron justicia en la Plaza 25 de Mayo.