Javier Álvarez mató a sus dos hijastros en Concordia. A uno lo enterró en la casa. Está imputado como autor material del crimen. Soledad Zapata, la madre de los niños, sufría torturas de parte de él, pero también está detenida y acusada del mismo delito que su pareja.
“Yo le tenía miedo, si me sacó la uña con una pinza… que no le voy a tener miedo”. Las palabras de Soledad Zapata, quebrada en llanto, fueron escuchadas en la primera audiencia del juicio por el homicidio de sus dos hijos. Su pareja, Javier Álvarez, está imputado como autor material de los asesinatos. Ella está acusada de omisión de cuidados y la fiscalía pide prisión perpetua en una causa caratulada como "Doble homicidio doblemente calificado".
Pero los testimonios, desde el inicio del juicio, ponen en evidencia la indefensión de Soledad.
La declaración de Alicia Yhoni, operadora del Consejo Provincial del Niñez, Adolescencia y Familia, mostró cómo los organismos estatales le dieron la espalda a Soledad cuando pidió ayuda. Yhoni reprodujo las palabras de Soledad: “Álvarez va a matar a mi hijo porque le come la comida”. El día que fue a contar su historia y vio que nadie iba a darle ayuda, pidió “no volver a ese infierno”. La operadora declaró que ella estaba dispuesta a acompañarla a hacer la denuncia a la policía pero el psicólogo del organismo no lo permitió. “Me dijo que dejara que la denuncia la hiciera ella”.
“También declaró la médica del hospital –contó a Infojus Noticias el abogado defensor, Ivés Bastian- que llamó a la operadora del Copnaf. Y quedó claro que desde el organismo no le dieron el auto para que fuera hacer la denuncia a la comisaría”.
Otro operador del Hogar Solidaridad, que depende del mismo organismo, confirmó la declaración de Yhoni. Soledad fue a pedir ayuda y le negaron el remis y el acompañamiento a hacer la denuncia.
Para Ruben Bonelli, delegado regional de la secretaria de Derechos Humanos de Entre Ríos “este es un caso paradigmático en Concordia. – explicó a Infojus Noticias - Esta es una ciudad muy conservadora. Los funcionarios judiciales tienen una formación y una procedencia de clase media alta, y esto no les permite ver cuestiones de tipo social”.
Mientras se discute en las audiencias del juicio a quién correspondía brindar ayuda a Soledad, ella sigue detenida y esperando la sentencia.
“Conocí a Soledad cuando llegó a mi oficina la información de que estaba privada de libertad y necesitaba algunos elementos de higiene. – contó Bonelli- hablé con ella en esa oportunidad y me llamó la atención las cicatrices, las marcas en su cuerpo y el balazo en su pierna. Me contó el calvario de los 4 meses de convivencia y cómo hicieron caso omiso desde el Copnaf de su situación”.
Sus vecinas fueron otro punto clave del proceso. Vanesa Roda, contó que “de noche siempre se escuchaba música fuerte y los llantos del bebe; se escuchaban golpes en la pared también y un par de veces escuché gemidos de dolor de ella”. Además dijeron que la casa estaba “siempre cerrada” y nunca llegaron a ver los nenes asesinados.
Las hermanas de Vanesa Corrado, ex mujer de Álvarez, declararon que sus hijos pudieron hablar recién después de que se descubrió todo. Antes guardaron silencio y soportaron las amenazas de su padre. “Él les decía que si contaban algo les iba a pasar lo mismo que a Hugo (el nene de 5 años asesinado a golpes y enterrado bajo la casa). “En el juicio se supo que el hombre mandó a sus hijos a comprar el cemento” explicó Bastian.
También se escuchó la palabra de Ricardo Alegre, médico forense que constató las torturas de las que fue víctima Soledad. Ella había contado que la convivencia con Álvarez estaba llena de golpizas y torturas. Cuando declaró el tribunal hizo salir a Álvarez para que ella pudiera hablar tranquila. Ella mostró ante los jueces las marcas en su cuerpo. El fiscal exhibió los elementos con que el hombre torturaba a Soledad y a sus hijos. Un Nunchaku de hierro, una manopla, un caño metálico. “Los médicos – dijo Bastian a Infojus Noticias – confirmaron que el tajo que tiene en la cara y el golpe en la cabeza no los tenía en diciembre. Es decir que son de la misma época en que fueron asesinados los chicos. Es decir que ella trató de defenderlos”.