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Cuando habían pasado 14 minutos después las 20, la hora pautada para la entrega, la policía detuvo a dos hombres que mantuvieron cautivos durante seis horas a un matrimonio y su hija de 9 años en una casa del barrio San Lucas, de  Tortuguitas, en el partido de Malvinas Argentinas, al noroeste del conurbano bonaerense. “Los civiles van a salir bien”, había prometido Marcelo Ameijeiras, uno de los captores. Y cumplió. Serán  trasladados a la fiscalía de José C Paz, en la localidad de Los Polvorines

La última negociación había sido a las 19.30 aproximadamente. Escoltadas por policías con escudos y periodistas con cámaras de televisión y micrófonos, la jueza de Garantías N°6 de San Martín Elena Gabriela Persichini Marco junto con la fiscal Karina Carbonella, a cargo de la Unidad Fiscal de Instrucción número 20, hablaron con Ameijeiras. Media hora antes los captores habían liberado a Azucena, la jefa de familia, y una hora después a la nena.

-No vinimos a robar- gritaba Ameijeiras en cuero y en la puerta de la casa donde se desarrolló la toma.

-Marcelo, entreguesé que lo trasladamos a José C. Paz-garantizaba Persichini Marco.

Desde adentro de la vivienda, el otro captor –de nombre Julio- gritaba: “Doctora nos queremos entregar”. La fiscal intentó negociar la liberación de las personas que todavía quedaban en la casa después de más de cinco horas. “¿Por qué no nos das a los nenes? Ellos tienen que estar con su mamá”, dijo Carbonella. Y la jueza agregó: “Mañana compareces conmigo en el despacho”. Los captores habían dicho que había un bebé de la pareja, pero después lo desmintió la policía.

“No quiero matar a nadie. No quiero lastimar. No soy un asesino”, había dicho Ameijeiras más temprano en su primera salida televisiva desde la casa de la esquina Seguí y Cura Brochero. En una mano sostenía un arma y con la otra agarraba a la mujer víctima de la toma.

Después de cuatro horas de toma se hizo presente en el lugar la jueza de Garantías de San Martín. También se acercó la fiscal Carbonella.  “Llamá al fiscal y al juez y nos entregamos”, había dicho más temprano el secuestrador a uno de los negociadores.

Ante las cámaras de televisión, el hombre de 42 años pidió la garantía de ser detenido en la acaldía de José C. Paz porque, según dijo, en las cárceles en las que estuvo detenido “atentaron” contra su vida. “Esto es lo que me va a dar la libertad o me va a dar la muerte”, dijo el hombre con los medios periodísticos como testigos. Mientras lo hacía, mostraba su arma.

Ameijeiras aseguró ser un prófugo de la justicia. "Marcelo Leonardo Ameijeiras" es uno de los nombres con los que se conoce en su prontuario a Cristian Daniel Ruiz Díaz: uno de los seis fugados de la comisaría 1ra. de Moreno el 9 de septiembre. Esa tarde Ameijeiras, junto con otros ocho presos, estaban alojados en un calabozo en un patio interno de la comisaría. Seis de los presos lograron escapar después de limar un barrote. Las fuerzas de seguridad recapturaron a dos de ellos en una casa de Tigre: Darío Osvaldo López y Brian Adrián Chávez.

Estos dos prófugos denunciaron que se pudieron fugar después de pagar 5.000 pesos a un policía que custodiaba los calabozos. Después de la denuncia, el fiscal de Moreno, Federico Luppi, ordenó la detención del policía David Pintos por los delitos de "incumplimiento de los deberes de funcionario público", "cohecho" y "facilitación de evasión dolosa". Hasta hoy continuaban prófugos: Ameijeiras, Ariel Miño, Miguel Ángel Ruiz y Luis Horacio Vivas.

El ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal, calificó hoy como "un disparate absoluto que no merece respuesta" la acusación que le formuló Ameijeiras. "Cualquiera puede decir cualquier cosa. Es una cosa descabellada lo que estoy escuchando. Una locura y nunca lo escuché en mi vida. No tiene respuestas", dijo Casal.

Ameijeiras dijo durante la toma que "en la última fuga estuvo involucrado el ministro de Justicia y el señor gobernador".  "Nosotros salimos antes de las elecciones por un arreglo para que nosotros hagamos estragos en la provincia de Buenos Aires, un arreglo provincial y federal", sostuvo Ameijeiras. Para Casal "un delincuente que dice eso es un loco alienado".

No es la primera vez que Ameijeiras está vinculado a una fuga. El 28 de agosto de 2010, Ameijeiras desapareció de la Unidad 48 de José León Suárez, partido de San Martín, después de que un guardiacárcel borracho disparó contra varios internos que resultaron heridos. 

Ameijeiras está condenado a perpetua desde 1999. La Sala I de la Cámara de Garantías de San Isidro lo encontró responsable de haber disparado contra un joven durante un asalto en Beccar. 

Cómo empezó todo

“Queremos a los medios de aire”, había dicho más temprano uno de los hombres que encabeza la toma de rehenes, en comunicación telefónica con uno de los hijos del matrimonio que pudo salir a tiempo de la casa ocupada. Los pedidos de los ladrones fueron los clásicos: los medios de comunicación y la Justicia. Los dos se hicieron efectivos.

El grupo de elite de la división Halcón de la Policía Bonaerense interviene en el lugar con un operativo especial desplegado por el Comité de Crisis para toma de rehenes. Las fuerzas de seguridad rodean la casa con un dispositivo organizado en anillos concéntricos. Especialistas del grupo Halcón actúan como mediadores para poder negociar la liberación. 

La casa de la familia víctima de la toma está ubicada en la esquina de las calles Seguí y Cura Brochero. La estampa es la de un barrio clásico del conurbano: casas bajas y calles de tierra. La rutina del lugar se alteró con la presencia policial y de los medios televisivos. Los vecinos siguen desde las puertas de sus casas la tensa calma que se vive esta tarde.

Según relataron los vecinos del lugar, los delincuentes intentaban escapar de una persecución policial y en la huida vieron una casa donde estaban las puertas abiertas. Así, tomaron de rehén a la familia. Un vecino llamó al 911 y alertó a las fuerzas de seguridad de la situación que llegaron a las 14 allí.