Dominga Álvarez de Scurta fue detenida en mayo de 1976. La enterraron como NN en un cementerio de Jujuy. Por su caso y el de otras seis víctimas de la última dictadura están acusados dos ex militares y cuatro ex guardiacárceles. El próximo jueves se leerá la sentencia.
El día que la detuvieron, Dominga Álvarez de Scurta, militante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), intentó suicidarse tomando un frasco entero de psicofármacos. En el hospital le hicieron un lavaje de estómago y la trasladaron al penal de Villa Gorriti, en San Salvador de Jujuy, donde la torturaron. Su cuerpo fue enterrado como NN en el cementerio de Yala. Por su desaparición y la de otras seis personas están siendo juzgados los dos ex militares y cuatro ex guardiacárceles. El próximo jueves 29 de mayo se leerá la sentencia.
Previo a la lectura del vedredicto, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Jujuy, integrado por los jueces Fátima Ruiz López, Daniel Morín y Federico Díaz, dará al acusado Ricardo Ortiz la posibilidad de expresar sus últimas palabras. Ayer hicieron uso de ese derecho los otros cinco imputados, Carlos Ortiz, Mario Gutiérrez, Herminio Zárate, César Díaz y Antonio Vargas. Sobre este último pesa una condena previa de 25 años.
La fiscalía pidió la pena de prisión perpetua para todos los imputados por detener ilegalmente, torturar y asesinar -entre los últimos días del mes de mayo y el 10 de junio de 1976- a Dominga,.
El 26 de mayo de 1976 Claudia Scurta, hija de Dominga, tenía 15 años. En el juicio contó que aquella tarde vio al comisario Ernesto Jaig, uno de los represores más temido que tuvo la policía jujeña. Jaig golpeó la puerta de calle, ingresó y le pidió que lo llevara hasta el dormitorio de su madre. En dos horas "revolvieron todo". Encontraron libros y documentos, pero su madre no estaba.
"A mí es a quien buscan”, dijo Dominga. Esa fue la última vez que la vieron. Su cuerpo fue enterrado como NN en el cementerio de Yala. Una vez inhumado fue reconocido por familiares y un empleado de la morgue del Hospital Pablo Soria de la capital jujeña.
Los cuerpos de las otras seis víctimas del juicio nunca aparecieron. Se trata de Osvaldo José Garibaldi, María Alicia del Valle Ranzoni, Juana Francisca Torres Cabrera, Pedro Eduardo Torres Cabrera, Jaime Lara Torres y Jorge Turk Llapur.