Está condenado por violación de domicilio y podría haber gozado de libertad condicional. Sin embargo la Justicia de Salta dictaminó que tiene que cumplir prisión efectiva porque por su carácter “supone un riesgo para el vecindario”.
Un hombre condenado en Salta por violación de domicilio –en dos oportunidades-, coacción, amenazas, daños y lesiones, tendrá que pasar tres años y dos meses en prisión. Desde la oficina de prensa del Poder Judicial provincial informaron que “es alcohólico y drogadicto” y por eso tendrá que someterse a un tratamiento psicológico durante el tiempo de reclusión.
Pablo Ezequiel Cruz no tiene antecedentes penales ni otros procesos en curso, pero por los testimonios de familiares y vecinos, los jueces determinaron que “supone un riesgo para para el vecindario”. Aunque su abogado había solicitado que la condena fuera de ejecución condicional, la Corte de Justicia de Salta resolvió que la pena será de cumplimiento efectivo.
La Sala V del Tribunal de Juicio ya había estipulado que Cruz iría a la cárcel, ya que toda pena superior a tres años de prisión es naturalmente efectiva. Sin embargo, cuando el condenado no tiene antecedentes y se estima que no volverá a incurrir en otros ilícitos, se le puede conceder la condicional. En este caso, el Alto Tribunal aprovechó para explicar que “la prisión efectiva es la regla, y la condicionalidad lo extraordinario”.
Los magistrados tuvieron en cuenta “la personalidad de Cruz demostrada en los reiterados hechos que protagonizó y el temor que infunde entre sus vecinos”. El tratamiento psicológico que se le impuso se debe a su “personalidad agresiva, impulsiva y violenta”, así como por “su problemática como adicto”.