El ex subjefe de la Policía de Tucumán Nicolás Barrera y el ex jefe de la Unidad Regional Norte Héctor Brito están acusados del encubrimiento del crimen de la joven, ocurrido en 2006.
El ex subjefe de la Policía de Tucumán Nicolás Barrera y el ex jefe de la Unidad Regional Norte Héctor Brito fueron detenidos esta mañana por efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), acusados de encubrir el crimen de Paulina Lebbos. Con los dos ex policías, ya son cuatro las personas detenidas desde que la causa cambió de fiscal, después de permanecer paralizada durante seis años.
Los dos ex policías fueron trasladados al aeropuerto internacional Benjamín Matienzo. Hoy serán indagados por el juez Francisco Pisa. El magistrado ordenó cinco nuevas medidas que fueron llevadas a cabo por la PSA.
Paulina desapareció el 26 de febrero de 2006 luego de haber estado bailando en un boliche de El Abasto, en Tucumán. Tenía 24 años. El 11 de marzo de ese año su cuerpo apareció a la vera de la ruta 341, en Tapia. La autopsia determinó el crimen ocurrió el mismo día de su desaparición. Durante seis años, la investigación judicial no logró avanzar en ninguna hipótesis. Con el cambio de fiscal, la causa incorporó nuevas pistas al expediente a través de los entrecruzamientos telefónicos y de otras pericias técnicas, que le dieron un nuevo impulso a la investigación.
El martes pasado se llevó a cabo la primera detención: un hombre de 34 años. En su declaración, el acusado negó haber conocido a Paulina y se desligó de toda responsabilidad en el crimen. Sin embargo, fuentes judiciales dijeron que tuvo numerosas contradicciones en su relato.
Uno de los abogados defensores del primer detenido, Roberto Flores, le dijo a Télam: “la única prueba que existe en contra de mi defendido son los informes técnicos de cruces de llamadas". "Con la base tecnológica que hay en estos momentos pedimos al fiscal una pericia de ADN, lo cual es posible ya que en el cuerpo de Paulina se encontraron seis cabellos que no pertenecen a la víctima y tienen un origen genético distinto", indicó.
Anoche, el fiscal de Instrucción N°4, Diego López Ávila, pidió la de otra persona, que tuvo el teléfono de la víctima en sus manos.