Los distintos trabajos publicados en INFOJUS NOTICIAS hasta el 9/12/2015 expresan la opinión de sus autores y/o en su caso la de los responsables de INFOJUS NOTICIAS hasta esa fecha. Por ello, el contenido de dichas publicaciones es de exclusiva responsabilidad de aquellos, y no refleja necesariamente la posición de las actuales autoridades del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos respecto de los temas abordados en tales trabajos.

Infojus Noticias

20-2-2014|18:25|Lesa Humanidad Buenos AiresProvinciales
Nueva audiencia en el juicio por La Cacha

“Un médico me dijo que cerrara las piernas, para evitar el parto”

Perla Diez estuvo detenida en el penal de Olmos, antes del golpe del ’76. Ayer declaró en el juicio por La Cacha y contó como parió a su hija en una sala mugrosa, sin ningún tipo de ayuda médica. También relató cómo secuestraron a su esposo, Jorge Moura, en el ’77. Era hermano de Federico, Julio y Marcelo, fundadores de la banda Virus.

  • Perla, más relajada después de haber declarado ante el tribunal. Fotos: Matías Adhemar
Por: Natalia Biazzini

Perla Diez tuvo a su hija Lucía en una salita mugrosa del penal de Olmos, en La Plata, en la madrugada del 9 de noviembre de 1975. Desde la noche anterior había tenido contracciones y había pedido que la llevaran al Policlínico San Martín. Nadie la escuchó: no había guardias. Sus compañeras hirvieron tijeras y prepararon sábanas limpias. Recién muchas horas después llegó un médico: Roberto Grignoli no era obstetra y estaba "aterrorizado". Seis detenidas llevaron a Perla hasta Sanidad. Había restos de obra, bolsas de cal. Y una enfermera paralizada. Minutos después de parir, Perla se enfrentó a los represores: “Una patota irrumpió en el lugar, a su frente iba el jefe de Sanidad, Rodolfo Leone, que me dijo: 'Este parto estuvo perfecto, todo estuvo en su lugar'. Le dije que no era así y que esto se iba a saber en todos lados".

Perla cumplió con su palabra. Ya declaró en varios juicios orales, contando su historia y la de su compañero desaparecido, Jorge Moura, padre de sus dos hijas. Ayer lo hizo de nuevo, frente al Tribunal Oral Federal  N°1 de La Plata. La mujer declaró en el juicio que tiene 21 imputados de cometer delitos de lesa humanidad en el centro clandestino La Cacha. Fue un centro clandestino que funcionó desde fines de 1976 hasta octubre de 1978. Estaba al lado de Olmos. Allí operaron grupos de tareas del Ejército y del Servicio Penitenciario Bonaerense. También hubo de la policía provincial, marinos y agentes de la SIDE.

Por su militancia en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), Perla fue detenida el 27 de febrero de 1975 en Mar del Plata. Estuvo presa en la comisaría 4° de esa ciudad. A mediados de 1975, fue trasladada a Olmos. Le sacaron de sus brazos a su hija Clarisa de 10 meses. En ese momento, no sabía que estaba embarazada de Lucía. Se enteró semanas después y cuando llegó el momento de parir la trasladaron a la maternidad. 

“El médico me dijo que cerrara las piernas y respirara hacia arriba para evitar el parto -recordó-. Venían preparando la maternidad, habían hecho refacciones, todo a las apuradas, era una mugre total. No había remedios ni gasas”, agregó.

Diez meses estuvo Lucía en brazos de su mamá. Después se la dieron a su familia. “Me aferraba todo el tiempo al bebé. Era una situación muy fuerte, pero me sentía acompañada. Una vez por mes Lucía salía de la cárcel para conocer lo que era un perro, un árbol. También para conocer a su papá, que estaba en la clandestinidad”, le confió después del juicio a Infojus Noticias.

La primera parte de la declaración tuvo que ver con la desaparición de su compañero. El 8 de marzo de 1977, Moura fue secuestrado de su casa de City Bell en un operativo del Ejército. Tenía 36 años y era transportista. Ese mismo día secuestraron a la hermana de Perla y a su cuñado, que continúan desaparecidos. Varios testigos vieron a Jorge en el centro clandestino La Cacha.

La mamá de Jorge describió a su hijo como un idealista:“Tenía el ideal de un mundo mejor y estaba dispuesto a luchar por eso aunque tuviera que entregar su vida”. Los Moura pertenecían al círculo tradicional de la capital bonaerense. El deporte y la música eran actividades cotidianas de la familia. Jorge jugaba desde pequeño en La Plata Rugby Club. Ahí encontró camaradería y amigos con los que hablaba de política. Hay 17 jugadores de rugby desaparecidos de ese club, que fue tildado como una “escuela de guerrilleros”. Jorge era el segundo de seis hermanos, tres de ellos: Julio, Federico y Marcelo fueron los fundadores de la banda de rock Virus.

A principios de los ‘70, Jorge militaba como una célula clandestina en el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), el brazo armado del PRT. Aprendió el uso de las armas en el monte tucumano. Por esos años conoció y se enamoró de Perla. Con el paso del tiempo, Jorge se transformó en un alto cuadro político. Su alias era  “Sargento Manuel”. Según el libro del músico Gustavo Plis Sterenbeg -entonces un militante del PRT-, Moura participó del asalto fallido al Batallón Depósito de Arsenales 601 en la localidad de Monte Chingolo, el 23 de diciembre de 1975. El operativo fue fallido para la organización: no sabían que había entre ellos un infiltrado del Ejército y que los militares les prepararon una emboscada. Murieron 62 guerrilleros y 5 militares.

Perla contó que a los pocos días del secuestro, a Jorge le permitieron encontrarse en el Parque Pereyra con su mamá y sus dos hijas, acompañado por personas armadas. “Allí él le relató a su mamá que lo tenían en un pozo, desmejorado y caído anímicamente".

Tuvieron que pasar ocho años para el reencuentro cotidiano entre Perla y sus hijas. Recién en 1982, salió de la cárcel bajo la figura de “libertad vigilada”. Esta mujer que nunca dejó de militar ni de reclamar justicia para sus compañeros le dedicó su testimonio “a todos los revolucionarios de ayer, de hoy y de siempre”. Y se fue del recinto con la comunión del puño levantado y la V peronista. 

Los imputados más importantes del juicio por La Cacha son el ex comisario Miguel Etchecolatz y el ministro de Gobierno bonaerense Jaime Smart. El tribunal decidió unificar tres causas en este proceso que tiene a 147 víctimas.

Relacionadas