Infojus Noticias

No era la primera vez que policías de la Bonaerense paraban a Walter Gómez en las calles de los Troncos de Talar de Pacheco, Tigre. Pero el sábado a la madrugada fue la primera vez que lo llevaron esposado a una comisaría y lo presionaron para que sea testigo en una pelea entre bandas. Él se negó y le tiraron un baldazo de agua fría en el calabozo. Cuando se sacó la campera, toda mojada, los policías le vieron la remera de la JP Evita. “No pensés que por pertenecer a una organización política vas a tener beneficios”, lo amenazaron. Después lo dejaron ir, pero Walter, de 22 años, le confió a Infojus Noticias que tiene miedo de las represalias. 

El sábado a la una de la madrugada, Walter estaba en su casa mirando televisión. Escuchó un estampido y salió a la puerta. En el cruce de las esquinas Hipólito Vieytes y Alexis Carrel, dos grupos de chicos – todos mayores de edad- se estaban tiroteando. Walter reconoció a algunos de ellos, eran vecinos del barrio. A los minutos, llegaron efectivos de la Policía Bonaerense y del Centro de Operaciones Tigre (COT). En total eran seis patrulleros y se sumaron dos autos con hombres vestidos de civil.

Las balas y las piñas se multiplicaron. A un vecino de unos 42 años le perforaron el pulmón con un balazo, que todavía están investigando la procedencia. “En ese momento, una mujer de unos 50 años intentó acercarse a un policía de civil, pero el efectivo le gritó: ‘Qué te pasa, soy policía’. Y le pegó una piña en la mejilla derecha”, le dijo Walter. 

Al ver esa escena, Gómez se acercó a auxiliar a la mujer, pero lo agarraron entre varios efectivos, lo esposaron y lo subieron a un patrullero. Un policía le dijo: “Negro quédate tranquilo, que te llevamos de testigo”.

En el destacamento de los Troncos de Talar lo bajaron y lo encerraron en el calabozo. Ahí se encontró con uno de los protagonistas que había iniciado la pelea. Cuando lo vio el chico le dijo: “¿Qué hacés acá? Vos no tenés nada que ver”.

Walter gritó, discutió con uno de los efectivos que estaba dando vueltas y recibió el baldazo con agua fría. Cuarenta minutos después regresó a su barrio. El vecino herido en el pulmón continuaba tirado en la calle. La ambulancia nunca había llegado y los vecinos lo trasladaron en un remís. Hoy sigue internado en terapia intensiva en el hospital zonal.

El joven denunció el hecho ante los medios de comunicación, pero tiene miedo de las represalias policiales. “Es normal que la Policía te pare cuando te ve caminando en la calle, de noche. A mí me pasó muchas veces, pero ahora que trascendió lo que me hicieron tengo miedo que me hagan algo peor. Pero es importante denunciarlo, porque esto que me pasó a mí no quiero que le pase a otro pibe”, dijo.

A través de un comunicado, el Movimiento Evita de Tigre se quejó de que la Policía “sistemáticamente persigue, estigmatiza y detiene sin ningún motivo a los pibes de los barrios más pobres de nuestro distrito”. 

La organización política, que trabaja contra la violencia institucional, además, pidió que el accionar policial no quede impune. “Exigimos que las autoridades políticas y de las fuerzas públicas identifiquen a los responsables de los hechos y sean separados inmediatamente de sus cargos”, dice el texto.