Cuatro familias deambulan por la ciudad desde hace 40 días, cuando fueron desalojadas de un predio fiscal. El Municipio les brindó alojamiento hasta que un informe judicial determinó que habían cesado las condiciones de vulnerabilidad social.
Cuatro familias que habían ocupado un predio fiscal en Ushuaia, Tierra del Fuego, fueron desalojadas por orden de un juez penal. La Municipalidad se había comprometido a garantizar alojamiento pero dejó de hacerlo cuando un informe judicial determinó que habían cesado las condiciones de vulnerabilidad social que justificaban el apoyo del Estado. Desde hace 40 días estas personas protagonizan una odisea de supervivencia por distintos puntos de la ciudad del fin del mundo.
Se trata de 16 personas 6 mayores y 10 menores de edad que acapararon la atención social debido a la falta de respuesta de las autoridades locales y al contexto invernal, con mal clima y bajas temperaturas, en que llevan a cabo la búsqueda de un techo. Las cuatro familias fueron desalojadas el 13 de abril de un predio municipal que ocupaban en una zona de la periferia de Ushuaia, conocida como "Los leñadores".
El caso derivó en una polémica pública porque el juez penal Javier De Gamas Soler dispuso el desalojo en el momento en que los vecinos y el municipio estaban de acuerdo en someterse a una instancia de mediación. El intendente Federico Sciurano había garantizado el alojamiento transitorio en un hostel, pero luego un informe emanado de la propia Justicia determinó que habían cesado las condiciones de vulnerabilidad social que justificaban el apoyo del Estado.
El viernes pasado, en horas de la tarde, los vecinos fueron expulsados otra vez del interior del lugar donde se alojaban provisoriamente. El operativo fue realizado por personal a cargo del propietario del hostel -quien argumentó la falta de pago de las autoridades- con el apoyo de efectivos de la Policía de la Provincia, confirmaron a Télam testigos de lo sucedido.
Los desalojados caminaron unas cuadras y se refugiaron en el interior de la Iglesia de la Merced, ubicada en pleno centro de la capital fueguina, donde ayer se llevó a cabo el tradicional Tedéum por el 25 de mayo. El episodio generó la intervención del párroco Miguel Echamendi, quien desde el momento de la ocupación intentó mediar con autoridades del gobierno provincial y municipal.
Aunque no hizo declaraciones públicas, fuentes vinculadas a esa comunidad religiosa confirmaron que Echamendi también dio parte de lo sucedido al obispo de Santa Cruz y Tierra del Fuego, Monseñor Miguel Ángel D´Annibale. La iglesia, situada en la intersección de las calles Don Bosco y San Martín de Ushuaia, es la más tradicional de la ciudad y está ubicada en el mismo predio donde también se realizó el acto oficial por el 25 de Mayo con la presencia de la gobernadora Fabiana Ríos.
La situación volvió a tensionarse horas más tarde ante la presencia de vecinos de las zonas altas de Ushuaia que comenzaron a manifestarse a favor de los desalojados en la puerta de la iglesia. Sólo la presencia del concejal Silvio Bocchicchio, del Partido Social Patagónico (que lidera Ríos) calmó un poco los ánimos y permitió analizar alguna salida transitoria para las personas sin vivienda que continuaban instaladas entre los bancos de la iglesia.
La solución provisoria llegó entrada la madrugada del sábado, cuando las familias aceptaron trasladarse a otro hostel, con catorce camas disponibles, cuyo costo por una semana asumió el
concejal del PSP.
"Gracias a todos por el aguante. Esta lucha parece nunca acabar. Gracias por las fuerzas que nos dan", sostuvo una de las mujeres desalojadas, a la vez que llamó a "seguir peleando por nuestros derechos". Por su parte los funcionarios municipales evitaron pronunciarse públicamente sobre un caso que conmueve a la comunidad fueguina.