Lo afirmó una víctima de trata sexual. La mujer aseguró que vio a Fernanda en un prostíbulo de San Luis, y que tuvo un bebé. El nombre de la entrerriana desaparecida, ya se mencionó en otras investigaciones vinculadas al delito de trata. "Cualquier dato que sea revelado al Juzgado será investigado", dijo la jueza a cargo de la causa.
“Yo estuve con Fernanda Aguirre”, contó una víctima de trata sexual en un programa de televisión y abrió una nueva línea de investigación en la causa que busca a la joven de Entre Ríos desde hace casi diez años. La chica, identificada por el nombre de Nerea Soledad, fue coptada en Misiones y trasladada a San Luis cuando tenía 11 años. Dijo que vio a Fernanda en un prostíbulo de esa provincia.
Fuentes de la justicia de Entre Ríos confirmaron a Infojus Noticias que se pondrán en contacto con la víctima para que preste testimonio en el expediente por el secuestro y desaparición de la nena, que hoy tendría 23 años. La causa por su desaparición está caratulada como “Incidente de localización de Fernanda Aguirre" y hoy se encuentra en el Juzgado de Instrucción Nº 6 de Entre Ríos, a cargo de Marina Barbagelata. "Cualquier dato que sea revelado al juzgado será investigado, porque cualquier aporte puede ser la punta del hilo que nos conduzca a ella", expresó la jueza a los medios locales.
Nerea Soledad estuvo secuestrada durante seis años. Pudo escapar en 2010, a cambio de su hija de seis años, a quien hoy intenta recuperar. Hace una semana se acercó a la Asociación Avivi (Ayuda a Víctimas de Violación) en busca de acompañamiento. La presidenta de la ONG, María Elena Leuzzi, le mostró imágenes de mujeres desaparecidas. Pasaron las caras de Marita Verón, María Cash, entre otras y cuando llegó a la foto de Fernanda, Nerea la frenó. Según su relato, pudo identificarla por “un ojo un poco desviado”.
También contó que la recuerda porque durante su cautiverio, la chica que identifica con Fernanda, tuvo un bebé. Después del parto no la vio más. “Me acuerdo porque nos hicieron limpiar la placenta y los restos de sangre en la habitación”, dijo en la entrevista televisiva.
El nombre de Fernanda Aguirre ya apareció vinculado a otras causas que investigan el delito de trata. En 2009, luego de un operativo, se rescataron 27 menores de edad de un prostíbulo de ruta en Santa Fe, conocido como “El Rosedal”. El lugar funcionó durante seis años en la Ruta 8 Km.173, en Arrecifes. Cuando las víctimas prestaron testimonio dijeron haber escuchado gritos y disparos, lo que hizo pensar a los investigadores que en ese lugar podría haber inhumaciones. Una de las chicas mencionó el nombre de la nena entrerriana desaparecida. El año pasado la Justicia convocó a la ONG Acciones Coordinadas Contra la Trata para realizar excavaciones en el lugar pero no se encontraron restos humanos. Sin embargo, se recuperó evidencia asociada a la actividad del sitio que acredita la explotación sexual.
El caso
Fernanda Aguirre desapareció el 25 de julio de 2004 cuando caminaba hacia su casa en San Benito, un pueblo de 6.500 habitantes cerca de Paraná. Su secuestro fue juzgado luego de tres años. Un mes después de su desaparición, la policía detuvo a Miguel Lencina, un vecino con antecedentes penales por homicidio. El hombre no llegó a ser juzgado porque apareció ahorcado en su celda. En 2007, un Tribunal de Paraná condenó a 17 años a la esposa de Lencina, Mirta Analía Chaves. Para la Justicia, la mujer fue coautora material y responsable del delito de secuestro. También se juzgó a Raúl Monzón como partícipe necesario, acusado de trasladar a la joven en su auto, pero quedó absuelto.
Según se desprende de la causa, el día que desapareció Fernanda, Lencina había salido a pasear con su mujer y un sobrino de 17 años por el cementerio Parque de la Paz, en San Benito. Lencina intentó asaltar una florería con un arma. Su familia lo convenció para que no lo hiciera. Más tarde vio pasar a Fernanda Aguirre y según declaraciones ante la Justicia de su sobrino, Lencina dijo: “Ya vas a ver lo que le pasa a ésta cuando vuelva”. Lencina la tomó del cuello y la llevó hasta un descampado. Ahí se la ofreció a su sobrino para debutar sexualmente, pero él aseguró que rechazó la propuesta. Según el joven, Lencina le preguntó a Fernanda si sus padres tenían plata.
La policía y la Justicia dieron con Lencina y su mujer porque días después de la desaparición, la familia de Fernanda recibió un llamado en el que pedían un rescate de 2.000 pesos. El caso fue juzgado como secuestro, todavía no existía la ley de trata. La madre de Fernanda y las organizaciones sociales desde un primer momento apuntaron a una red de trata sexual. María Inés Cabrol, la madre de Fernanda, murió en 2010 de leucemia sin haber podido saber qué pasó con su hija.
El año pasado el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación elevó a 150.000 pesos la recompensa para quien aporte datos sobre el paradero de Fernanda Aguirre. El programa nacional de Coordinación para la Búsqueda de Personas Ordenadas por la Justicia, en el teléfono (011) 5300-4020 atiende llamados para quienes puedan aportar información.