Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, cerró anoche el acto por el aniversario de la institución -que coincidió con su cumpleaños- en el Teatro Argentino. Su nieto tocó el piano. Manuel Gonçalves y Leonardo Fossati repasaron 37 años de victorias.
Fue la primera vez que el festejo por el aniversario de Abuelas de Plaza de Mayo se hizo en La Plata, el pago de algunas de sus doce fundadoras y de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. Pero también la ciudad de estudiantes y obreros arrasada por el terrorismo de Estado, de los numerosos centros clandestinos de detención, donde estuvieron tantas mujeres embarazadas, y de donde son las dos últimas restituciones: la del nieto de Estela de Carlotto, Ignacio Guido, y la de la nieta de Licha de la Cuadra, Ana Libertad. Esas fueron algunas de las tantas noticias que se celebraron anoche en el festejo multitudinario en el Teatro Argentino y que se resumen en dos palabras y dos cifras tan contundentes como el dolor y la lucha: 37 años, 115 nietos.
Ayer esos datos se proyectaban orgullosos en la pantalla central, instalada sobre el escenario, mientras el público iba llenando el bello teatro. Familiares, trabajadores de Abuelas, funcionarios, legisladores, estudiantes, referentes y militantes de agrupaciones políticas y sociales-se ubicaron en las bandejas superiores y palcos donde desplegaron sus banderas de HIJOS, Kolina, La Cámpora- fueron llenando la sala central que estalló a las ocho. A esa hora, a paso lento, acompañadas por sus familiares, hicieron su entrada las Abuelas , con Estela de Carlotto al frente, acompañada por su hijo Kibo, secretario de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y seguida de cerca por Claudia, directora de la Comisión Nacional del Derecho a la Identidad (Conadi), y rodeada de sus nietos. La vicepresidenta, Rosa Roisinblit, y las abuelas compañeras de lucha se sentaron en las primeras filas mientras el público las aplaudía y luego cantaba: “Como a los nazis/les va a pasar/adonde vayan los iremos a buscar”. Un rato antes habían estado reunidas en el tercer piso con el gobernador Daniel Scioli, que les había entregado una placa de homenaje.
La ceremonia estuvo a cargo de dos nietos. “Acá estamos: 37 años. Gracias por darnos la oportunidad de saber quiénes somos”. Manuel Gonçalves y Leonardo Fossati parecían nacidos para ese rol, que desplegaron con espontaniedad, humor y ribetes de stand up. “Las Abuelas estuvieron en el tercer piso del teatro con el Gobernador y la abuela Sonia perdió la cartera. Pero queremos avisarle que se quede tranquila. Ya te la encontraron Sonia, la tiene Claudia Carlotto. Te encuentra nietos, encuentra la cartera”, se rieron.
La última carta de Estela a Guido
Cuando ellos recordaron y mencionaron a los cinco nietos que recuperaron la identidad este último año (109 a 115), entre ellos el de la presidenta, Estela aplaudió bien fuerte y con los brazos en alto.
“Algunos nos preguntan si Estela se hizo algo en la cara...” dijo Gonçalves y después de las bromas dio paso a uno de los momentos más emotivos de la noche, con la proyección de un nuevo final para la película Verdades verdaderas, la vida de Estela, de Nicolás Gil Lavedra, sentado entre la platea. En ese corto, el nieto 114 toca el piano mientras su abuela lee una carta:
“Querido Guido, esta es la última carta que te escribo, porque ahora puedo decirte cuánto te quiero mirándote a los ojos. Ya te encontré, ya me encontraste, ya nos encontramos querido nieto. Esta tan esperada y nueva etapa de tu vida te permite transitar tu verdadera historia,camino el amor en el que inauguraste una nueva palabra. Entonces ahora dejo de recordar las fechas de la muerte para brindar por tu vida, porque con tu llegada mitigas el dolor de la ausencia de tu madre Laura. Ella y tu padre están en vos, viven en vos. No quería morir sin abrazarte. Ahora quiero vivir para seguir abrazándote”.
Aún sonaban las últimas notas de la melodía de la película cuando Ignacio Guido subió al escenario casi en puntas de pie, se sentó al piano, y Silvia Iriondo lo acompañó en el canto: “Yo tengo tantos hermanos que no los puedo contar”.
“Es una inmensa alegría que estés acá”, -le dijo Gonçalves antes de pasar al siguiente tema-. “Sabemos que ya estabas apoyándolas a las Abuelas. Eso no es sólo parte de una identidad que nadie pudo cambiar, sino de un destino que podía suceder”. Los conductores también le reclamaron. “Cada vez que aparece un nieto hacemos un asado. Pero él tiene 14 primos!”, se rieron los conductores.
Ignacio Guido presentó a su amigo y guitarrista, Valentin Reiners, y antes de tocar al segundo tema, advirtió: “Vamos a cerrar con esta canción que es mía, la escribí hace un tiempo, ya de varios, parece”, y dio paso a Para la memoria. Antes de dejar el escenario, tocó el feliz cumpleaños: el 22 de octubre, además de ser el aniversario de la fundación de Abuelas, es el cunpleaños de Estela y el primero que pasa con su nieto.
37 años de victorias
La ceremonia siguió con el festejo de muchos logros. Fueron comentados por los conductores, proyectados en la pantalla y aplaudidos por el público: 547 represores juzgados y condenados, 1133 procesados, la inclusión del Ministerio de Educación del 22 de octubre como Día Nacional del Derecho a la Identidad, la creación de nuevas áreas en la CONADI, la Unidad especializada en casos de Apropiación de niños durante el terrorismo de Estado, 40 nodos de la Red por la Identidad, 30 sitios de memoria, 95 ex CCD señalizados y una Casa por la Identidad.
Fossati, que nació en la Comisaría 5ta de La Plata, contó que dos semanas atrás visitó ese espacio con el gobernador bonaerense y Kibo Carlotto. “Tenemos la promesa de que se va a desafectar la primera parte para dar a conocer todo lo que allí sucedió. Por ahí pasaron más 200 compañeros detenidos y 13 embarazadas por la maternidad clandestina donde nací yo, donde nació Ana Libertad, Sabino (nieto restituido) pasó dos años, y María Eugenia Gatica Caracoche también”. En sus palabras recordó además a Julio López, que desapareció después de dar testimonio y de hacer una recorrida durante el juicio contra Etchecolatz.
Después del show de Hugo Curletto y Max Delupi con sus "abuelas" Nancy y Thelma, uno de los momentos desopilantes de la noche, subieron al escenario Kevin Johansen, el dibujante Liniers y la banda The Nada. Entre los pocos oradores que tuvo la noche -una Madre que subió espontánemente, una Abuela, una nieta, Valeria, la 110- estuvo el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda.
Les traigo el abrazo de nuestra querida Presidenta”. Fresneda contó: “A las Abuelas las vi fuertes pero también las vi llorar en silencio, las vi desmayarse, las vi cuando las metían presas, en otros tiempos. Hubo una sociedad que no las quiso. Pero también vi una sociedad que después de tantos años las aplaudió y les dijo gracias. Hoy con la Presidenta les decimos gracias por la lucha, hemos aprendido y será política de estado. Todas las grandes conquistas del pueblo las va a defender el pueblo. Feliz cumpleaños, queridas Abuelas. Fuerza y gracias”, dijo Fresneda.
Para el final todas las Abuelas y nietos subieron al escenario. Y Estela puso el cierre con sus palabras: “Hoy es un día de triunfo, un día de festejo, de gloria. Hemos hecho lo más hermoso: encontrarnos, mirarnos y compartir. Agradezco a todos y muy especialmente a este grupo de jóvenes (nietos) que dan su compromiso. Ellos son el relevo. Sabemos que aunque no estemos ellos van a seguir buscando a los centenares de nietos que aun falta encontrar”, dijo la presidenta. Muy cerca, Pablo Gaona Miranda decía a Infojus Noticias: "Es el tercer aniversario que me toca. El primero fue inolvidable. pero éste es muy especial porque acabo de terminar la etapa de un juico donde fueron condenados mis apropiadores. Hay que seguir en la lucha, tomando un poco la posta como dijo Estela", dijo Gaona Miranda, que fue acompañado por sus tíos.
Al final, Estela recordó también a su familia, especialmente a su hija Laura y a su marido: “Esto es un premio. Solas no hubiéramos podido. Hoy tengo la familia completa, los 14 nietos. Y Laura está en el cielo, con su papá. Se puede: eso es lo importante”.