Con la presencia de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto y el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda, se recordó hoy el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre los crímenes de la última dictadura.
Del 6 al 19 de septiembre de 1979, miles de personas se agolparon en la puerta de la Procuración General de la Nación para denunciar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) las desapariciones forzadas de sus familiares en manos de la dictadura cívico militar. Las puertas del lugar, sobre la Avenida de Mayo al 700, abrían a las 9.30. La fila de personas llegaba hasta la calle Tacuarí y los testimonios sobre torturas y desaparecidos ponían la piel de gallina a los periodistas internacionales. En las cercanías, algunos propagandistas de la dictadura desparramaban panfletos que decían: “En Argentina somos derechos y humanos”.
Esta tarde, la Procuración de la Nación homenajeó esa visita que concluyó con un informe que decíaque “por acción de las autoridades públicas y sus agentes, en la Argentina se cometieron durante el período a que se contrae este informe –1975 a 1979– numerosas y graves violaciones a los derechos humanos”. El secretario de Derechos Humanos de Nación, Martín Fresneda, dijo que la visita de la Comisión fue "de un valor histórico y que sirvió para iniciar el proceso de memoria, verdad y justicia que continúa hasta hoy".
La apertura estuvo a cargo de la procuradora general, Alejandra Gils Carbó. Después de agradecer la presencia a todos los invitados, levantó la vista y miró a los padres y madres de desaparecidos que ocupaban los asientos de las primeras filas. La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; la titular de Familiares de Desaparecidos, Lita Boitano, y el padre de Plaza de Mayo, Julio Morresi, eran algunos de ellos. "Saben que cuentan con esta procuradora para redoblar los esfuerzos y buscar a los nietos que faltan", les dijo.
La procuradora afirmó que el sistema judicial argentino es inédito en el mundo. Dijo que de los 144 juicios de lesa humanidad que se realizaron en el país, 127 fueron en la última década. Agregó que en la actualidad se están desarrollando 16 juicios y que hay 318 imputados por 2609 hechos. Y que el total de los procesados alcanza a 1150 personas. "También se avanzó sobre la responsabilidad civil y sobre los delitos sexuales", cerró Gils Carbó.
Sus palabras eran seguidas por fiscales, funcionarios y representantes de organismos de Derechos Humanos. Estaban el fiscal de instrucción de Plan Cóndor, Miguel Ángel Osorio; el fiscal al frente de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad, Jorge Auat; el titular de la Unidad del Ministerio Público Fiscal especializada en casos de apropiación de niños durante el Terrorismo de Estado, Pablo Parenti; el titular del Programa Verdad y Justicia, Luciano Hazan. También el abogado de Abuelas de Plaza de Mayo, Alan Iud.
El acto se realizó en el salón Nelly Ortiz, que lleva ese nombre en homenaje a la una fiscal que está desaparecida. Se la recuerda por ser implacable en sus investigaciones contra las corporaciones. En el panel, además de la anfitriona Gils Carbó y del secretario Fresneda, estaban el legislador porteño Jorge Taiana y el relator para Argentina de la Comisión, el brasileño Paulo Vannuchi.
Cuando estaba preso en la cárcel de Rawson, Taiana fue entrevistado por el jurista venezolano Andrés Aguilar, que integraba la CIDH. "Me tocó hablar porque era el delegado del pabellón", contó orgulloso. El legislador y excanciller destacó el impacto que tuvo la visita en la Argentina. “Como hecho político constituyó a la Comisión como un actor social político de peso y ayudó a instalar los derechos humanos en el plano internacional”, dijo. Taiana también recordó a familiares que dieron la vida para colaborar con el informe como la mamá de José Bronte y de Eduardo Anguita.
A continuación siguió Vannuchi, que habló en su idioma natural, “porque al hablar de sentimientos me sale mejor en portugués”, se excusó. El brasileño fue secretario de Derechos Humanos en el gobierno de Lula Da Silva y recordó el trabajo en conjunto con su par argentino Eduardo Luis Duhalde. También mencionó las violaciones actuales de derechos humanos en Honduras y en México, en referencia a los 43 estudiantes desaparecidos semanas atrás.
Durante el homenaje se proyectó un video sobre la visita de la CIDH a cargo de Memoria Abierta. Lo presentó su titular, Valeria Barbuto. En los trece días que estuvo la Comisión, que depende de la Organización de Estados Americanos (OEA), recolectó alrededor de cinco mil denuncias, además de las tres mil que presentaron los organismos de derechos humanos. La CIDH estuvo en Buenos Aires, Córdoba, Tucumán y Rosario. Visitó varios centros clandestinos, entre ellos el que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), que había sido desmantelado y los secuestrados fueron trasladados por los marinos a la isla El Silencio de Tigre para que no los vean.
En el video, el fiscal de Bahía Blanca José Nebbia mostró cómo también mudaron el centro clandestino La Escuelita de esa ciudad. Además, se mostró al obispo Octavio Derisi como un crítico del informe y rechazando su contenido. Barbuto contó en total hubo 80 entidades que rechazaron el documento final. El cierre del video estuvo a cargo del ex presidente de esa Comisión, Tom Farer: "La verdad no podía ser ocultada".