Cuando a mediados de enero se hizo una reforma de códigos judiciales en Neuquén, en 20 minutos se resolvió negar el pedido de prisión preventiva a dos personas. El juez evaluó que la libertad de los acusados no ponía en riesgo el correcto proceso. Existen miles de otros casos similares, en diversos escenarios del país. En el tercer día del Congreso Federal sobre Reformas Legislativas, despabilar a los juzgados fue el tema de un panel que reunió a varias estrellas de la justicia nacional.
"Crisis estructurales de los modelos inquisitivos" fue el tópico de la mesa. "Lo que provoca el sistema inquisitivo es que, muchas veces, las investigaciones sean llevadas por policías que no está capacitados como investigadores. El esquema de los modelos inquisitivos hace que muchas veces fiscales y abogados terminan como asesores de la policía" dijo la Procuradora General de la Nación Alejandra Gils Carbó.
"No solo criticaré los límites del sistema actual, sino que creo que se debe aprovechar al máximo el espacio que el sistema actual nos reconoce. Por eso creamos las procuradurías personalizadas, como lo son las de trata y narcocriminalidad y violencia de género, entre otras" dijo Gils Carbó, al plantear que el cambio debe darse en diversas estructuras de la sociedad: "Todos sabemos que el modelo acusatorio es solo un instrumento para la seguridad democrática y la paz social, pero eso puede darse mientras haya políticas que así lo acompañen", dijo.
El procurador fiscal de Salta, Pablo López Viñals, expresó que "debemos avanzar con la base de las experiencias que ya tenemos en algunas provincias, a la vez que necesitamos centrarnos en plazos perentorios y eliminar etapas administrativas que están empantanadas. Además, hay factores que estan siendo impactados por la demora en el proceso".
María del Carmen Falbo, procuradora General de la Provincia de Buenos Aires, siguió la línea del planteo de Gils Carbó: "La ley es una herramienta, pero el nuevo paradigma necesita un cambio cultural absoluto. Para mí el garantismo es el respeto de la ley y de las garantías constitucionales. Para eso el sistema acusatorio, creo, es el más democrático".
El presidente del Consejo de la Magistratura de la Provincia de Buenos Aires, Eduardo de Lázzari, dijo que "la justicia penal eficiente no puede estar sentada sobre una base de injusticia social". Y pidió que la reforma no sea un debate académico:"No modifiquemos para que nada cambie, hagamos reformas posible que puedan implementarse gradualmente".
Oscar Albrieu, ministro de Seguridad y Justicia de la provincia de Río Negro, expuso acerca de tres ejes del proyecto de reforma que considera los más importantes: "La centralidad del juicio y la implementación del sistema acusatorio y la celeridad del proceso, definiendo plazos para la investigación y el proceso".
Para el cierre, la defensora General de la Nación Stella Maris Martínez consiguió varios aplausos del públio por su dinamismo: "Uno de los grandes logros de hace 20 años era que los jueces verían a todos, pero la realidad es que muchas cosas se hacen por telefono. El preso no ve a los jueces, salvo que se lo gane haciendo algo realmente grave, como matar a cuatro o cinco, y el juez se digne a tomarle declaración".
Acerca de los procesos de investigación, Martínez fue tan honesta que hizo reír a las quinientas personas del público. "A los que dicen 'les tengo miedo a los fiscales', yo les digo que le temo más a la policía" dijo la defensora, y pidió por un cambio estructural. "Hay delitos difíciles, por eso hay que decirle basta a este sistema que inicia juicios por cualquier pavada y debemos apostar en las medidas alternativas. Esto debe ser un paso más para que los que trabajamos en la Justicia nos sintamos parte de un servicio eficiente, en el cual podamos estar construyendo democracia".