Ana María, madre de la joven asesinada después de haber ido a festejar su cumpleaños a un boliche, irá al cementerio de Podestá a recordarla. Mientras tanto, la causa está cerrando la etapa de instrucción. El caso tiene cuatro varones imputados que, por el momento, esperarán el debate en libertad
La última vez que Ana María Martínez vio a su hija, Melina Romero, ella se iba a festejar su cumpleaños número 17 al boliche ‘Chankanab’ de San Martín. Nunca volvió. Estuvo desaparecida casi un mes. La encontraron dos mujeres cartoneras el 23 de septiembre a la vera de un arroyo de José León Suárez en una bolsa. La autopsia no pudo determinar cómo murió la chica y si fue abusada sexualmente por el estado en el que estaba el cuerpo. Este domingo se cumple un año de su desaparición. Es, también, el día que Melina cumpliría 18 años. Ana María irá al cementerio de Podestá a recordarla.
“No voy a permitir que esto quede en la nada. No voy a parar hasta que los responsables tengan la pena máxima. Nada me alcanza porque a mi hija no me la devuelve nadie” dijo Ana María a Infojus Noticias, desde su casa en Ciudad Jardín. Su abogado, Marcelo Biondi, aseguró a esta agencia que “la causa está cerrando su etapa de instrucción y el año que viene tendremos el juicio oral y público”.
El caso tiene cuatro varones imputados que, por el momento, esperarán el debate en libertad. Son tres mayores, que serán juzgados juntos, y un cuarto que era menor de edad al momento del crimen, por lo que su caso tramita en la Justicia de responsabilidad penal juvenil. Si los acusados no se oponen, se tratará de un juicio por jurados.
Ana María tiene esperanzas de poder conocer la verdad y que se haga Justicia. Mientras se aferra a sus dos hijos varones que la acompañan y se aleja de quienes se quieren montar a la tragedia por oportunismo. “Se están haciendo tareas investigativas. Quiero que se activen las cosas. No pueden dejar la causa en un cajón o en un estante de un mueble”, dijo.
Para sus familiares y amigos Melina era una chica “llena de vida”. Le gustaban los animales y quería ser veterinaria. Estudiaba en la Escuela Técnica 2 de Ciudad Jardín. “Mi hija tenía sueños. Las muertes que vemos todos los días son todas adolescentes a las que se le interrumpen los sueños. Melina no murió en un accidente”, dijo Ana María. El último 3 de junio la mujer estuvo en el Congreso. Se sumó al multitudinario reclamo que buscaba frenar la violencia contra las mujeres. “Tuvimos que salir a pedir Ni una menos porque sobrepasamos todos los límites de la tolerancia”, contó.
Seis varones acusados, ningún detenido
El crimen de Melina hoy no tiene ningún detenido. Desde un comienzo la causa estuvo a cargo de la fiscal de San Martín, María Fernanda Billone. Cuando encontraron el cadáver de la chica, la fiscal caratuló el asesinato como "homicidio criminis causa agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por femicidio en concurso real, y abuso sexual agravado".
Los acusados del femicidio fueron seis varones. La mayoría fueron señalados en distintas declaraciones por una adolescente de 17 años conocida como M., amiga de Melina, que contó cómo un grupo de varones violó y asesinó a la chica. La identidad de la chica es reservada porque es menor de edad. Su testimonio se sumaba a las imágenes de las cámaras de seguridad que registraron cuando la adolescente llegó al boliche a las 23.24 y salió a las 6.46 del día siguiente.
Uno a uno los acusados fueron quedando libres entre septiembre y diciembre del año pasado. Cuando todavía buscaban a Melina, el 11 de septiembre la policía dio con el primer sospechoso: Joel “Chavito” Fernández. Su testimonio fue la punta del ovillo para que la fiscal Billone, convirtiera un expediente que se inició como averiguación de paradero en una investigación por femicidio.
De acuerdo a la versión policial, Chavito se quebró y entre llantos confesó el crimen. Su abogado planteó que la “confesión” fue conseguida por la policía bajo amenazas y torturas. Fernando fue otro de los sospechosos y el primero en quedar libre. En el expediente mediático fue conocido como “el chico del beso”. El joven de 17 años aparecía besando a Melina en la puerta del boliche donde se la vio por última vez con vida.
Javier Rodríguez, de 44 años, estuvo 27 días tras las rejas. Los medios lo nombraron como “Pelado”, aunque en la causa judicial no figuraba con ese apodo. Rodríguez había sido detenido en su casa del barrio Escalada, en Pablo Podestá. El hombre salió porque escuchó ladridos y Chavito lo marcó mientras los policías lo capturaban encapuchado. En sede judicial dijo que él no tenía relación con el caso y lo había señalado obligado.
A Elías “El Narigón” Fernández lo detuvieron el 18 de octubre. Volvió a su casa en Pablo Podestá en diciembre. El último acusado del crimen fue el pai umbanda César Sánchez. Lo llevaron a la Alcaldía de San Martín el 9 de octubre después de una conferencia de prensa en la que trató de defenderse. A él también lo señaló M. Dijo que en su casa violaron y mataron a su amiga. También contó que tenía un arma y que ayudó a ocultar el cadáver.
El pai umbanda, Joel Fernández y Elías Fernández quedaron libres después de que la Sala I de la Cámara del Crimen de San Martín revocara la prisión preventiva que los mantenía presos. “La única certidumbre es el fallecimiento de quien en vida fuera Melina Romero”, dice la resolución de los camaristas Solange Cambet, Carlos Julio Hermelo y José Marinaro. Cuestionaron lo actuado hasta ese momento por la fiscal Billone. Señalaron que la pesquisa es un “terreno fértil de dubitaciones” y calificaron de “cansino” el paso de los investigadores.
Tras la resolución de los magistrados de la Sala I, la jueza de Garantías del Joven de ese distrito judicial, María Eugenia Arbeletche, decidió liberar al único menor de edad detenido por el femicidio. Se trata del joven de 16 años cuyo apodo comienza con T, uno de los primeros sospechosos.
César Sánchez, Joel Fernández, Elías Fernández y T. no quedaron desvinculados del caso. Continúan imputados y si la causa se eleva a juicio, serán quienes se sienten en el banquillo de los acusados. “Es muy probable que el caso se eleve a juicio así y con una falta de mérito. Es una pena. La fiscalía tuvo la oportunidad de investigar por otro lado pero persiste en su teoría”, dijo a Infojus Noticias, el abogado Sergio Doutres, que representa a Chavito.
Ana María no está de acuerdo con la decisión de la Sala I de la Cámara del Crimen de San Martín. “Estoy muy disconforme. Los dejaron libres”, explicó. Su abogado, Marcelo Biondi, apeló y ahora deberá resolver la Cámara de Casación bonaerense. “Con menos elementos probatorios se han condenado a personas”, dijo el representante de la familia de Melina a Infojus Noticias. Doutres, como representante de uno de los imputados, también se encuentra a la espera de lo que resuelvan los jueces casatorios.
El crimen de Melina no fue un caso aislado. Según el Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano”, que depende de la Casa del Encuentro, el año pasado hubo 277 femicidios en el país. 23 de esos crímenes eran adolescentes de entre 13 y 18 años, como Melina.
MAF/JMM