"Hay un cuadro de duda enorme" dijo el presidente del Tribunal que hoy absolvió a Mauro Martín, Maximiliano Mazzaro y Gustavo Petrinelli. Y explicó que por eso se basaron en los argumentos del fiscal que había pedido la absolución. Estaban acusados de matar a golpes a Ernesto Cirino en el barrio porteño de Mataderos, en 2011. Uno de los acusados sigue prófugo.
El Tribunal Oral en lo Criminal N° 24 de la Capital, absolvió esta tarde a los tres barras bravas de Boca Junior, Mauro Martín, Maximiliano Mazzaro y Gustavo Petrinello, acusados de matar a golpes a Ernesto Cirino en el barrio de Mataderos, en 2011. "Hay un cuadro de duda enorme", dijo el presidente del Tribunal, Raúl Llanos antes de leer el veredicto, y explicó que por ese motivo el Tribunal hizo suyo los argumentos del fiscal Jorge López Lecube. La resolución de los jueces, se leyó después de que escucharon los alegatos del fiscal. El tribunal ordenó la inmediata libertad de los tres barras.
La noche del 29 de agosto de 2011, Cirino iba con su perro por la esquina de las calles Pieres y Caaguazú, cuando el perro defecó en la vereda de la casa de Petrinelli, y empezaron a discutir. En un momento, Petrielli llamó a su cuñado por teléfono, el barra brava Mauro Martín, quien llegó a los pocos minutos en un Wolswagen Bora junto con Mazzaro y Wehbe. Cuando Martín bajó del auto le recriminó a Petrinelli: “¿Para esto me hiciste venir?”. Después se golpeó a Cirino, quien murió dos días después. El barra brava que llegó con Martín sigue prófugo.
Tras el alegato del fiscal, un breve cuarto intermedio allanó el camino. Los familiares de Mazzaro, Martín y Petrinelli, entraron a la sala de audiencias con cara de felicidad. Es que momentos antes López Lecube había pedido absolver a los tres acusados porque consideró que “no hubo ningún elemento” y “existe un margen de duda que los exime de responsabilidad”. Ni bien escuchó estas palabras, antes de veredicto, Martín estalló en llanto. Después con el veredicto del Tribunal el juicio llegó a su fin. “Este tribunal resuelve absolver de culpa y cargo”, fueron las palabras de Llanos que hicieron saltar a los familiares y a los imputados en llanto. “Habiendo un dictamen absolutorio del fiscal que está tan bien fundado es vinculante para el tribunal”, dijo Llanos.
El juicio se inició a fines del mes pasado con la presencia de los tres imputados en casi todas las audiencias. Martín sólo faltó a una de ellas porque alegó estar descompuesto. El segundo día de las audiencias declaró Sabrina Sosa, una vecina que vio lo que pasó esa noche desde el balcón de su casa sobre la calle Caaguazú ubicada justo en frente de la casa de Cirino. Esa noche, mientras miraba televisión, escuchó una discusión a los gritos que venía de la calle y miró por el balcón. “Ví que uno llamó por teléfono y a los 15 minutos, vinieron tres autos”, contó esta tarde la mujer ante el TOC 24 de la Capital Federal, y precisó que “del primero de los autos bajaron cinco o seis personas”.
La mujer relató que escuchó que uno dijo: “¿Para esto me llamaste? “Era una persona muy grandota”, describió, y según consta en el expediente se trataría de, Daniel Wehbe, que está prófugo. Según la testigo, cuando Cirino se estaba yendo “ le pegó a traición” y después “se dio media vuelta y se fue caminando”. “Discutían por la caca del perro”, contó.
Claudio Sosa, policía retirado de la Federal, fue uno de los policías que llegó al lugar cuando Cirino ya estaba tirado en la vereda. “Cuando llegué encontré con una persona caída en la calle que sangraba detrás de la oreja”, contó. Y agregó que “dos vecinos nos dijeron que conocían a quienes le hicieron eso”. Después relató que el hombre “estaba muy mareado, vomitaba y desvariaba” pero no pudo decirle lo que había pasado. En la etapa de instrucción Sosa había dicho que Cirino le había alcanzado a decir: “me cagaron a palos, me rompieron todo".
Todo esto fue puesto en duda por el fiscal López Lecoube durante el alegato, y cuyos argumentos hizo suyo el tribunal. “Cirino no dijo nada porque no podía hablar”, explicó el fiscal sobre los supuestos dichos de este acerca de una paliza. “Equivocadamente Petrinelli convocó a Martin” señaló el fiscal que bregó por la posibilidad de que el cuarto en cuestión, el prófugo Daniel Wehbe, “queriendo hacer mérito para quedar bien con Martín le pegó un golpe por las dudas”.
Para Lopez Lecube, Cirino “recibió un golpe, se fue para atrás, cayó de espalda, se fracturó y se murió”, dijo hoy ante los jueces. Durante todo su alegato el fiscal criticó la actuación en la investigación por los retrasos y las imprecisiones “porque la certeza exige cierta seriedad”. “No hubo una agresión directa cuando aquella noche llegaron los autos” explicó el fiscal sobre los tres imputados que llegaron al juicio.
Los peritos
El perito de parte y los médicos que hicieron la autopsia al cuerpo de Cirino también declararon durante el juicio sobre la mecánica del hecho. Aunque pudieron precisar con exactitud una cantidad de lesiones, no quedó claro si hubo o no una golpiza. Oscar Lossetti, del Cuerpo Médico Forense, explicó que “tenía contusiones que se producen con objetos contundentes”. Codellan replicó, por su parte, que “la mayor probabilidad” era que Cirino “haya caído al piso”. “El caso no es simple y las posibilidades son muchas”, dijo Lossetti. Y habló de “probabilidades”. Para él “las fracturas por contragolpe, como posibilidad, quedan en un plano secundario o terciario”. Esto también fue tenido en cuenta por el fiscal.