El abusador tiene 17 años y la víctima 7. Fue en el ámbito de los vestuarios de un club y fueron admitidas como pruebas fotografías que tomó el padre del niño.
La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional confirmó el procesamiento de R.K., un joven de 17 años, por el delito de abuso sexual. La víctima es un niño de 7 años que asistía a la misma pileta de natación.
Los camaristas además consideraron que el informe psicológico elaborado en el Cuerpo Médico Forense considera que el relato del niño resulta verosímil. Y que se puede inferir que el abuso se produjo entre el egreso de R.K. de su práctica de pileta libre y el ingreso del niño al vestuario para cambiarse antes de su clase de natación.
La defensa cuestionó que la imputación tomara como prueba las fotografías que el padre del niño le tomó al imputado en compañía de su hijo, cuando ingresó al vestuario del club donde el niño tomaba clases de natación.
Los jueces afirmaron que el denunciante se encontraba “habilitado” a ingresar con el niño en “su calidad de padre”. Y agregaron que al tomar las fotografías no se ha “vulnerado el ámbito de privacidad e intimidad” del imputado, ya que “sólo se utilizó un mecanismo tecnológico en lugar de la memoria para dar testimonio de la individualización que realizó el niño”.