Falleció el sábado y será enterrada este lunes a las 14 en Chacarita. El terrorismo de Estado le arrebató a siete miembros de su familia y a dos nietos por nacer. "Una Abuela más que se va sin poder abrazar a sus nietos desaparecidos, robados y apropiados".
"Se fue en paz. La encontramos dormida y nos dejó la tranquilidad de que debía irse porque había dado todo lo que tenía. Es la mujer que me crió tras la desaparición de mis padres. Me dejó la persona que me crió y me acompañó en el camino de reconstruir la memoria. Es el primer pariente que puedo enterrar y eso no es poco", dijo su nieto Martín Miguel Mortola Oesterheld a la agencia Télam. Elsa Sánchez de Oesterheld falleció el sábado y será enterrada en Chacarita. Organismos de derechos humanos expresaron públicamente su dolor por la pérdida de una luchadora inquebrantable y símbolo de una familia diezmada por el terrorismo de Estado. Tanto su esposo, Héctor, como sus cuatro hijas -Estela, Diana, Marina y Beatriz Oesterheld- fueron secuestrados por las fuerzas represivas de la dictadura.
"Las Abuelas de Plaza de Mayo manifestamos nuestro más profundo dolor por la muerte de una de nuestras compañeras, Elsa Sánchez de Oesterheld. Una Abuela más que se va sin poder abrazar a sus nietos desaparecidos, robados y apropiados por el terrorismo de Estado", expresó la institución Abuelas en un comunicado. "Elsa fue una mujer marcada por el dolor, pero también por la fortaleza para seguir adelante. El Ejército se llevó a siete miembros de su familia y le robó a dos de sus nietos nacidos en cautiverio. Ella supo transformar todo ese sufrimiento en amor para -junto a sus compañeras- buscar a los nietos apropiados en dictadura. Lamentablemente la crueldad de los represores y cómplices de estos crímenes no le permitieron conocer a los hijos de sus hijas".
Su esposo Héctor Oesterheld, autor de obras como la saga del El Eternauta, Ernie Pike y Mort Cinder, entre otros, fue capturado por efectivos del Ejército en abril de 1977 y luego trasladado a Campo de Mayo. Sobrevivientes de los centros clandestinos de detención aseguran haberlo visto con vida en el centro clandestino de detención de El Vesubio, y se sospecha lo asesinaron en la localidad de Mercedes. Antes, la primera en caer había sido Beatriz, en San Isidro, en junio de 1976. En julio Elsa logró recuperar el cuerpo de la joven y darle sepultura, mientras el resto de sus familia permanecía en la clandestinidad. Ese mes Elsa supo por los diarios que otra de sus hijas, Diana, había sido asesinada enTucumán. Tenía 23 años y un embarazo de seis meses. Al compañero, Raúl Araldi, lo asesinaron en agosto. Fernando, hijo de ambos, fue localizado por los abuelos paternos.
Elsa supo del secuestro de su hija Estela porque los represores le llevaron a su nieto Martín, de tres años, a quien habían secuestrado con sus padres. Cuando la asesinaronm Estela volvía de despachar una carta donde contaba a su madre: : "Mamita, Marina hace un mes que no está con nosotros". Marina tenía 18 años y un embarazo de ocho meses.
Cuando su nieto Martín tenía 7 años, Elsa viajó a Bélgica invitada por Amnistía Internacional y dio testimonio del modo en que el terrorismo de Estado había asesinado a sus familiares. "Cuando regresó al país, las Abuelas se comunicaron con Elsa y a partir de ese momento no estuvo tan sola. Desde entonces, Elsa se incorporó a la institución y a la lucha de Abuelas. Su testimonio siempre fresco y reflexivo supo contribuir a la búsqueda de los nietos y a la construcción del derecho a la Identidad: 'Mi lucha de todos estos años es para que mis nietos sepan la verdad. Por eso yo no hablo de restitución, sino de derecho a la identidad'", recuerda el comunicado de Abuelas.
En 2011 Elsa fue distinguida Personalidad Destacada de los Derechos Humanos por la Legislatura porteña. "Tenemos la unión del dolor transformado en el amor, en una actividad de vida esperanzada. Elsa es parte de ese proyecto, es parte nuestra y ya está en la historia", dijo entonces Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas. "El último año, su delicado estado de salud no le permitía participar de las reuniones de Comisión Directiva a las que solía tener asistencia perfecta para deliberar con sus compañeras sobre las actividades de la institución. Sirvan estas líneas para transmitir nuestras condolencias y nuestro acompañamiento a todos sus familiares. La recordaremos con alegría por los momentos compartidos. Hoy la despedimos con tristeza porque es una más de nosotras que se va sin recuperar a sus nietos".
La agrupación H.I.J.O.S. también lamentó el fallecimiento de Elsa Sánchez. Sus integrantes la recordaron como una mujer que les "enseñó a sobrevivir, a luchar y a volver a sonreír". A través de un comunicado de prensa, expresaron: "Nadie puede saber cómo siguió andando la vida con fortaleza, ejemplo, templanza y militancia. Nadie sabe cómo esa mujer, pequeña de tamaño, fue tan grande contra todo lo que le hicieron los verdugos. Le arrancaron casi todo y no pudieron matarla. "Elsa sobrevivió a todo eso, pisando imposibles, luchando siempre por justicia", y "siguió siendo la abuela de Martín y Fernando, mientras continuó la búsqueda de sus otros nietos. Elsa fue una Abuela de Plaza de Mayo, una abuela del pueblo".
Télam/Abuelas de Plaza de Mayo/MEL