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“Los vecinos tienen al derecho de su lado”, afirmó el defensor general de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Corti, en la conferencia de prensa que ofreció esta mañana en el barrio Rodrigo Bueno de la Costanera Sur. La convocatoria fue para dar a conocer la situación del asentamiento. La jueza Elena Liberatori había ordenado las obras en 2011, pero el mes pasado la Cámara de Apelaciones revocó la sentencia. Corti anunció la apelación del fallo judicial que revocó la orden de urbanizar el barrio.

“Queremos que los jueces sepan que la sociedad está atenta a esta sentencia”, justificó Corti la convocatoria. El defensor general realizó una conferencia de prensa con los delegados del barrio, el defensor ante la Cámara, Fernando Lodeiro Martínez, y la defensora Cecilia González de los Santos, en la nueva sede de la Junta Vecinal, un pequeño salón pegado a la Parroquia de Nuestra Señora de Caacupé. Medio centenar de vecinos participaron de la convocatoria y respaldaron la apelación.

La decisión de la Cámara de Apelaciones favoreció al Gobierno porteño, y levantó la orden de urbanizar el barrio para garantizar el derecho a la vivienda digna. En esa franja de cerca de cuatro hectáreas de tierra viven alrededor de dos mil familias. Están instalados en tierras entre la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors y la Reserva Ecológica. Apoyado en un banco contra la pared recién de ladrillo hueco recién revocada, había un cuadro de fondo naranja y letras negras, de casi dos metros de alto y uno de ancho, con una proclama en forma de versos:

“Estos jueces fallaron contra la urbanización del barrio Rodrigo Bueno.
Fallaron al decir ‘aquí no se puede vivir’.
Fallaron al negar que el barrio existe.
Ellos jamás pisaron el barrio!”, comenzaba.

El cura párroco, Alejandro Seijo, estuvo presente durante toda la conferencia, y al final tomó la palabra para asegurar que “la Iglesia estará con la decisión que tome la mayoría de los vecinos”. Saludó la presencia de Corti y los defensores, y arengó a los vecinos a avanzar en la integración del barrio: “La Rodrigo Bueno está en la ciudad de Buenos Aires”, insistió. Repudió el fallo de la Cámara de Apelaciones y dijo: “Al barrio no se lo puede borrar. Vivimos acá. Los chicos crecen y los adultos nos ponemos viejos”.

Una decisión insólita

Corti calificó la decisión de la Cámara de Apelaciones de “insólita”, y explicó que lo que se busca con la orden de primera instancia es “que se concluya la urbanización”. González de los Santos respaldó esa idea y recordó un dictamen del arquitecto Jaime Sorín, donde señaló que el barrio está constituido, y que lo único que requiere es mejoras concretas que incorporen el tendido eléctrico, los servicios públicos como el agua potable, el arreglo de calles y el sistema de recolección de basura”.

Luis Espinoza, uno de los delegados del barrio, calificó el fallo como “ideológico y excluyente”, y dijo: “Es inaudito que estemos radicados desde el ’84 y que nos quieran erradicar por la presión inmobiliaria”. Los vecinos denuncian que el GCBA busca desplazar a los vecinos para abrir las puertas a un megaemprendimiento inmobiliario del holding IRSA.

La Defensoría, la Asesoría Tutelar y un grupo de vecinos patrocinados por un abogado particular ya presentaron la apelación judicial. Ahora esperan que el Gobierno porteño responda el escrito, y que la Cámara se pronuncie a favor o en contra de elevar el expediente al Tribunal Superior de Justicia Porteño. En la Defensoría estiman que ese proceso podría demorar un mes. “Si es necesario, iremos hasta la Corte Suprema”, afirmó Corti.

Los delegados del barrio también buscan impulsar un proyecto de ley en la Legislatura porteña para avanzar en una ley de urbanización del barrio y en la reforma del Código de Planeamiento Urbano. “Necesitamos que el barrio nos acompañe”, expresaron en varias oportunidades. “No nos quedemos en las casas, preocupémonos por organizarnos para hacer más cosas por el barrio”.

Los próximos pasos

El Gobierno porteño se excusa en razones formales, como el impedimento para construir viviendas por la regulación del Código de Planeamiento. A la vez, sostiene que el asentamiento es incompatible con la Reserva Ecológica, aunque la historia de la villa se remonta a varios años antes de que se estableciera la reserva, según las constancias judiciales.

“Se puede lograr una perfecta convivencia entre la Reserva Ecológica y el barrio”, planteó Corti. Y señaló que se trata de “una historia común”. Además, planteó que “es absurdo” que se impida el derecho a la vivienda digna para salvaguardar el supuesto derecho al medio ambiente. “Ese derecho es para que lo ejerzan aquellos que viven en esta ciudad, y los vecinos de este barrio son vecinos de esta ciudad”.

El defensor general sostuvo que “los jueces del Superior Tribunal de Justicia tienen la oportunidad de venir al barrio y conocer cómo vive la gente todos los días, ver las cosas indignas que tienen que afrontar constantemente”. Y exigió que se les reconozca el derecho a vivir dignamente. “Nos llama la atención que los jueces (de la Cámara de Apelaciones) no hayan venido a ver el barrio”, planteó.

Minutos después, y a propuesta del delegado Diego Armando Rodríguez, los vecinos proponían invitar a los cinco jueces del máximo tribunal porteño para que visiten la Rodrigo Bueno antes de resolver la apelación.