Andrea Vázquez no ve a sus tres hijos hace un año y tres meses. En octubre de 2012, un grupo de policías los sacó de su casa con una orden judicial en un operativo violento para llevarlos a vivir con el padre. Ella lo había denunciado por violencia doméstica, pero el Tribunal de Familia N° 3 de Lomas de Zamora decidió que era hora de una “modificación del régimen de vida” para los chicos. Sólo quince días antes, los dos hermanos de 8 y 9 años, le habían dicho al juez que no querían ver a su papá. Le contaron que él los golpeaba y los torturaba poniéndolos en la bañadera con agua helada. A pesar de que hay testimonios y pruebas concretas de esto, los jueces decidieron no escuchar el relato de los niños porque creen que están influenciados por su madre. Los tres jueces del Tribunal de Familia N° 3 enfrentan un juicio político porque tienen más denuncias como ésta. Los magistrados fueron separados del caso y recayó en otro juzgado. Ahora la causa llegará a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.