Lo dijo César Antillanca a Infojus Noticias. Es el papá de Julián, el pibe de 19 años asesinado por la policía de Trelew, en 2010. Hoy tres policías fueron condenados por el “homicidio agravado” del chico. En tres semanas se conocerán las penas establecidas por el tribunal.
Tras conocerse el fallo de la justicia provincial que declaró culpables a cuatro policías en septiembre de 2010 de Julián Antillanca (19) en Trelew, provincia de Chubut, su papá, César Antillanca, habló con Infojus Noticias: sostuvo que la sentencia de los jueces Darío Arguiano, Adrián Barrios y Marcelo Di Biasse “lo que hace es blanquear la situación de violencia institucional que se vive en la provincia”. “Acá está la presencia de Julián en la denuncia y en la lucha de tantas personas y organizaciones, y en la presencia de las lágrimas en la audiencia”, dijo César, que ahora sabe que los asesinos de su hijo estarán en la cárcel. El tribunal les impondrá, el próximo 30 de julio, las penas por el “homicidio agravado” de su hijo.
Mientras César se abrazaba con familiares, con los ojos llorosos, en la sala de audiencias se escuchaba: “Yo sabía, yo sabía, a Antillanca lo mató la policía”. Martín Solís, Jorge Abraham, Laura Córdoba son los policías provinciales fueron condenados por "homicidio agravado". Ya están en prisión a la espera de la pena, que puede ser de hasta 25 años de prisión. El ex comisario Carlos Sandoval, en cambio, fue condenado por el encubrimiento del crimen. Por el momento quedará en libertad, pero condicionado a presentarse y firmar el libro de ejecución penal.
La sentencia “blanquea la situación de una manera espeluznante, la responsabilidad de ese acto criminal, las maniobras que se hicieron para desviar la investigación y el encubrimiento y deja abierta una posibilidad de análisis y un fuerte razonamiento respecto de lo social”, dijo César a Infojus Noticias.
El único absuelto fue el oficial Pablo Morales, porque el tribunal consideró que “no se pudo acreditar un grado de certeza necesario” su participación. Gabriela Bidera -la única civil que estuvo imputada- también tuvo una mejor suerte. Hija de un comisario, estaba acusada de encubrimiento pero fue beneficiada con la suspensión del juicio a prueba a cambio de tareas comunitarias.
“Veníamos con una fuerte expectativa”, dijo el padre de Julián y recordó que “ya se había planteado esta situación” en el anterior juicio pero esta vez la sentencia “lo que hace es blanquear la situación en la provincia”. “Estamos en un estado de calma, hicimos el trabajo lo más fiel que pudimos, y esperábamos el resultado”, explicó.
“Los imputados, como la defensa, no fueron muy diplomáticos. Es esperable porque estaban convencidos de que iban a ser absueltos”, dijo César sobre la actitud de los familiares y los policías condenados después de escuchar su culpabilidad.
GA/RA