Infojus Noticias

El brasileño Renato Dutra Pereira, alias Renatinho, de 29 años, era un ladrón experto: según su prontuario, habría participado de dos robos a bancos en la ciudad de Foz Do Iguazú, en la triple frontera. En esa misma ciudad, Renatinho -uno de los 13 presos que se fugó del Penal de Ezeiza del 20 de agosto pasado- fue asesinado el viernes a la noche por agentes del Grupo de Operaciones Especiales y de la Policía Militar.

El diario brasileño Tribuna Popular relató que alrededor de las 20 la policía rodeó la casa en la que se escondía Renatinho junto con otros seis hombres. El delincuente, al verse rodeado, intentó escapar a los tiros.

Según la versión policial Renatinho cayó en medio de un tiroteo. En la casa fueron detenidas las otras cinco personas, entre las que se encontraba un menor de 16 años, y se secuestró una escopeta calibre 12 de fabricación estadounidense, tres chalecos antibalas y celulares. Afuera, la policía encontró la pistola calibre 38 de Renatinho.

El delincuente asesinado era señalado como el líder de una banda que operaba en la triple frontera. Hasta el 20 de agosto pasado estuvo detenido en el en el pabellón B del módulo 3 del Complejo Federal I de Ezeiza. Esa madrugada, junto a otros 12 presos se escaparon por un boquete de 40 por 22 centímetros realizado en el hormigón armado de la celda 22, en un hecho que fue calificado por el entonces jefe del Servicio Penitenciario, Víctor Hortel, como “cinematográfico”. Los presos rompieron casi 30 centímetros de concreto y construyeron un túnel a través del cual salieron a la parte exterior del módulo. Luego de cortar alambrados perimetrales llegaron a la calle.

Según Hortel, la fuga no podría haberse llevado a cabo "sin complicidades internas y sin una logística y apoyo externo". Dos días después, el Ministerio de Justicia ofreció 500 mil pesos de recompensa por Renatinho y otros 10 presos que se mantenían prófugos.