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25-5-2015|13:52|#25DEMAYO Nacionales
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Memoria en fotos

Así fue el primer centenario de la Revolución de Mayo

El Gobierno Nacional encabezó las celebraciones acorde a la importancia de tan magna fecha; el mundo acudió a homenajear a la joven república y lo hizo con figuras como el presidente de Chile, la Infanta Isabel de Borbón de España, Georges Clemenceau por Francia, y más de 50 embajadores de países y reinos de todos los continentes.

  • La Casa de Gobierno y la Plaza de mayo iluminadas Archivo General de la Nación / Abel Alexander
Por: Abel Alexander.

Desde inicio del año 1910 el país en su conjunto ponía a punto los preparativos finales para celebrar el primer Centenario de la Revolución de Mayo; se cumplía nada menos que el primer siglo de nuestra independencia de aquel lejano poder español que, durante más de tres centurias, gobernó a distancia estas tierras. 

Serían las mayores Fiestas Mayas en la historia del inmenso país al sur de América que, hacia la fecha, contaba con una población total de 6.586.022 habitantes, de los cuales 1.314.163 se encontraban radicados en la pujante Buenos Aires. Hacia la fecha,  la red ferroviaria alcanzaba los 27.715 kilómetros y se trabajaba en nuevos recorridos para acercar granos y carnes a los puertos de ultramar, bienes tan favorables al modelo agroexportador de la generación del 80 y que proveía de materias primas alimenticias a los principales centros mundiales.

La infanta María Isabel Francisca de Asís y Borbón sale de la Dársena Norte acompañada por el presidente Figueroa Alcorta.

Fotógrafo no identificado

En estas circunstancias el Gobierno Nacional encabezó las celebraciones acorde a la importancia de tan magna fecha; el mundo acudió a homenajear a la joven república y lo hizo con figuras como el presidente de Chile, la Infanta Isabel de Borbón de España, Georges Clemenceau por Francia, y más de 50 embajadores de países y reinos de todos los continentes. 

Dijeron presente inventores célebres como Guillermo Marconi o intelectuales como Anatole France, Edmundo D'Amicis y otros; los principales medios internacionales enviaron a sus cronistas, reporteros gráficos y cinematográficos para cubrir el enorme abanico de eventos. La popular revista porteña "Caras y Caretas" editó un número extraordinario dedicado a los festejos del Centenario.

Finalmente se pusieron a punto las monumentales obras de ingeniería construidas para albergar las grandes exposiciones internacionales, como la de Ferrocarriles y Transportes Terrestres, la Exposición Industrial del Centenario, de Agricultura y Ganadería, Exposición de Productos Españoles, la Exposición Internacional de Higiene. Todas ellas son grandes estructuras donde se presentan los últimos adelantos técnicos y científicos convocando cientos de miles de ávidos visitantes.

La infanta María Isabel Francisca de Asís y Borbón, el presidente Figueroa Alcorta y los jefes de las delegaciones extranjeras asisten a la revista naval desde la Fragata Sarmiento.

Fotógrafo no identificado

Entidades  públicas y privadas adhirieron a esta fecha patria con diversos actos e iniciativas, se multiplicaron los homenajes, los congresos, las competencias deportivas - como la carrera de globos aerostáticos que parten de Palermo – llegó la primera demostración de aviación con "máquinas más pesadas que el aire".  Buenos Aires se engalanó con la novedad de 500.000 lámparas que de noche siluetean los principales edificios públicos.

Trabajadores inmigrantes

Desde el último tercio del siglo XIX, las endémicas desigualdades sociales - con su secuela de pobreza y exclusión -  constantes guerras, las tensiones étnicas y otros conflictos, generaría en la vieja Europa la expulsión masiva de millones de inmigrantes, verdaderos desheredados de la tierra y cuyo único sueño era una vida mejor para ellos y sus hijos en el prometedor Nuevo Mundo.

El escritor francés Anatole France llega al puerto de Buenos Aires para asistir a los festejos y dictar un ciclo de conferencias.

Fotógrafo no identificado

Solo pedían paz, progreso y libertad, en tal sentido la República Argentina era un destino anhelado; desde la década de 1870 se había iniciado una corriente inmigratoria continua que, hacia el Centenario, dejaba un saldo poblador positivo de un millón de italianos, 800.000 españoles, amén de franceses, alemanes, ingleses, suizos, polacos, árabes y otras nacionalidades, amén del aporte de los países vecinos.

Como fruto de la Revolución Industrial aquellos trabajadores inmigrantes arribaron a estas costas con un fuerte espíritu combativo frente a las injusticias sociales europeas; socialistas y anarquistas se unían en pos de mejoras condiciones laborales, se peleaba por las 8 horas de trabajo, se creaban  las "Sociedades de Resistencia" y florecían  diarios obreros, como por ejemplo "La Protesta".

Estos justos reclamos laborales y sociales solían eclosionar durante cada celebración del 1º de mayo, cuando obreros, campesinos y artesanos convergían con sus banderas y pancartas a distintos actos que, muchas veces, terminaban en duros enfrentamientos con las fuerzas policiales y de seguridad. Ese mismo año se fundó la Federación Obrera Argentina entidad de decisiva actuación en los numerosos conflictos laborales.

Carrera de globos en la Exposición Internacional de Ferrocarriles y Transportes Terrestres 

Equipo de Fotógrafos de Caras y Caretas

Para reprimir estos movimientos desde el gobierno se aplicó la "Ley de Residencia", injusto instrumento legal que habilitaba a la expulsión del país a los militantes anarquistas y, para reprimir la posterior protesta que esa legislación generaba, se aplicó la llamada "Ley de Defensa Social", que habilitaba el "arresto preventivo" de sospechosos de anarquismo, medida que se sintió en barrios populares como Barracas y La Boca. 

Las tensión  entre las clases obreras y el gobierno se vio reflejada en el encarcelamiento de dirigentes y activistas, así como la expulsión del país de obreros e inmigrantes extranjeros, medidas que generaron protestas violentas o sabotajes, como el de la esperada iluminación eléctrica de la ciudad, el atraso de las obras en la mayoría de la Exposiciones Internacionales que demoraron las inauguraciones, el incendio del Arco de Triunfo o actos más graves como la explosión de un artefacto explosivo en plena función del Teatro Colón. 

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