Lucas Trasancos seguirá en libertad hasta que la sentencia quede firme y no podrá conducir un auto durante 10 años. El Tribunal consideró que se trató de un homicidio culposo agravado por la conducción antirreglamentaria del vehículo. La abogada del padre de una de las víctimas confirmó que apelará la sentencia.
El Tribunal Oral en lo Criminal N° 7 condenó a Lucas Trasancos a la pena de cuatro años y dos meses de prisión por haber atropellado y matado a Viviana Álvarez y Jacobo Ramos, en septiembre de 1013, en el barrio de Flores, cuando manejaba un Audi TT a gran velocidad. El tribunal consideró el hecho como “homicidio culposo agravado por la conducción antirreglamentaria del vehículo” y lo inhabilitó por 10 años para conducir. El joven seguirá libre hasta tanto la sentencia quede firme. Los fundamentos se leerán el próximo 11 de septiembre.
La audiencia empezó con dos horas de retraso y el ambiente se cortaba con un alfiler. La cantidad de policías se multiplicó y sólo dentro de la sala había una decena de ellos, que iban y venían. Después, el juez Gustavo Balle, al igual que en todas las audiencias, tomó la palabra y leyó el veredicto. Hubo silencio hasta que los familiares conocieron que la condena era de cuatro años y dos meses.
“Te maldigo por toda la vida”, gritaron antes de que se desencadenara el final de la audiencia, que se sumó al somero aplauso que esbozó la hermana del condenado al escuchar el veredicto del tribunal. Los familiares de las víctimas se abalanzaron en dirección a Trasancos y los policías los frenaron pero los gritos eran muy elocuentes y no sólo iban dirigidos al imputado: “Basuras, todos son unos hijos de mil puta”, dijo un familiar de Viviana.
Alejandra, la madre de la joven fallecida, no aguantó y se desmayó. Una mujer se arrodilló y lloró ante las abogadas de Trasancos, que ya había sido retirado de la sala, escoltado por la policía junto con los jueces. Otra mujer se acercó al padre de Trasancos, Roberto, y le preguntó: “¿Usted puede dormir tranquilo?”.
“No tengo palabras”, atinó a decir Andrés, el padre de Jacobo Ramos, la otra víctima. “Jamás se arrepintió”, agregó. Mónica, la madre de Jacobo, después de escuchar la sentencia, se paró y empezó a llorar. “Está probado que fue un dolo eventual”, dijo la abogada María Rosa Ballestero, que anticipó que recurrirá a Casación Nacional.
Las últimas palabras
En sus últimas palabras, antes del veredicto, Trasancos volvió a pedir perdón ante el Tribunal Oral en lo Criminal N° 7. El joven, que conducía un Audi TT a gran velocidad por avenida Rivadavia cuando atropelló a la pareja en 2013, se dirigió a los familiares de las víctimas. Antes, sus abogadas habían pedido a los jueces una pena de dos años de prisión.
“Quiero pedir perdón”, dijo Trasancos, tres veces seguidas, mirando a los familiares de Jacobo y Viviana. En la audiencia que tuvo lugar en el sexto piso del Palacio de Justicia, repitió ante los jueces Gustavo Valle, Gabriel Vega y Gustavo Rofrano: “Estoy totalmente arrepentido y me hago cargo de mi culpa”.
En sus alegatos, las abogadas Andrea Novello y Laura Fecchino – que, años atrás, defendieron a Carlos Telleldín– aceptaron que, de considerarse los agravantes descriptos por el fiscal del juicio, Oscar Ciruzzi, la pena fuera elevada hasta los dos años y medio.
La audiencia comenzó temprano y, a diferencia de los días anteriores, muchos medios periodísticos se hicieron presentes en el lugar. Esto contribuyó con el nerviosismo de los familiares del propio Trasancos e incluso su hermana expresó: “Voy a hablar con el tribunal”, en tono de queja. En el fondo, Lucas intentaba taparse la cara y su madre replicaba: “Mejor, porque van a transmitir la verdad”. Luego de que su abogada les explicara la situación, la familia de Trasancos se tranquilizó.
“Fue un error que le va a doler una pena”
En el alegato, que duró una hora y media, la defensa de Trasancos intentó demostrar la inexistencia del “dolo eventual” del conductor del Audi TT al subrayar que se trató de un “error”. Las abogadas explicaron que fue “altamente probable que Trasancos haya tenido una confusión y no haya visto el semáforo en rojo”, motivo por el cual “no hay dolo, ni directo ni eventual”.
“Fue un error que le va a costar una pena por homicidio”, dijo una de sus abogadas, Laura Fecchino, recalcando que “no frenó porque no los vio”. Además, Fecchino intentó deslegitimar los testimonios de testigos que estuvieron en el juicio. “El recuerdo es pura subjetividad”, dijo y argumentó que los testigos “confirmaron su recuerdo con las sensaciones que vieron en su momento”, que fueron “recuerdos distorsionados”.
En ese sentido, las abogadas pidieron que se lo condene a dos años de prisión y, subsidiariamente (si se tiene en cuenta lo dicho por el fiscal), a dos años y seis meses. Para la defensa, a diferencia de la querella y la fiscalía, se trató de un homicidio culposo y de una “persona que tuvo un error”. Trasancos “ha internalizado y aprendido cuál ha sido su error” dijo la otra abogada, Novello, y agregó que tiene un “peso moral” y “no necesita volver a la cárcel”.
La comparación con el caso de Sebastián Cabello
Otro de los argumentos de la defensa del conductor del Audi TT fue intentar diferenciarse del conocido caso de Sebastián Cabello quien, en agosto de 2009, chocó y mato a una mujer y a su hija. “No hay razones para no creer en los dichos de Trasancos”, repitió Fecchino y, luego, diferenció la situación de su cliente con el antecedente: “Cabello quería ganar la carrera”.
“Se demostró que lo único que le importó fue su auto roto”, recordó la abogada, haciendo referencia a Cabello. Y agregó: “Cabello vio que tenía algo que podía embestir, Trasancos no”. Las abogadas, además de pedir la pena, solicitaron las nulidades parciales de los alegatos de las querellas por presunta desproporcionalidad e irracionalidad del pedido de las penas.
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