Lucas Albertos Trasancos, acusado de “homicidio simple por dolo eventual”, declaró, junto a tres testigos, en la primera audiencia del juicio por haber atropellado a dos personas el año pasado en el barrio de Floresta.
Lucas Albertos Trasancos, el conductor del Audi TT que atropelló y mató a dos personas que viajaban en una motocicleta en el barrio de Floresta, se sentó esta mañana por primera vez frente a los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N° 7. Pidió disculpas y se quebró: “No vi el semáforo y no los vi a ellos”, atinó a decir en la primera audiencia del juicio que podría condenarlo hasta con 25 años de prisión.
Los jueces Gabriel Vega, Gustavo Valle y Gustavo Rofrano analizarán lo ocurrido en la madrugada del 15 de septiembre de 2014, cuando Jacobo Ramos, de 21 años, y Viviana Beatriz Álvarez, de 25, fueron embestidos por Trasancos cuando intentaron cruzar la avenida Rivadavia.
Álvarez voló 35 metros y murió en el momento. Ramos llegó a ser atendido por una ambulancia que pasaba y murió unos segundos después. Trasancos abandonó el auto a dos cuadras de ahí y al día siguiente se presentó con su abogada en la Comisaría 40.
“Tengo una culpa tremenda que no se me va a ir en toda mi vida”, dijo hoy Trasancos ante los jueces y los familiares de las víctimas, y aclaró que aunque “el dolor más grande es de los padres porque perdieron a sus seres queridos” también “a mí se me arruinó la vida”.
“No me alcanzan las palabras para pedir perdón” dijo visiblemente quebrado y aclaró que “no es un hijo de puta” explicando que fue “una locura” todo lo que se dijo sobre él en los medios. Trasancos estuvo detenido nueve meses pero llegó en libertad al juicio.
En junio del año pasado, después de que se elevara la causa a juicio oral, el TOC N° 7 lo excarceló previo pago de una fianza de 300 mil pesos. El fiscal Oscar Ciruzzi presentó un recurso pero los jueces de la sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, Juan Carlos Gemignani, Gustavo Hornos y Rafael Riggi, lo rechazaron, por eso llegó en libertad.
“Se vio una ráfaga negra que pasó”
Tres testigos declararon hoy que vieron que Trasancos iba a muy alta velocidad. Los jóvenes de 22 y 23 años iban la noche del accidente en un Volkswagen Polo blanco que se desplazaba por la avenida Rivadavia y mientras estaban detenidos con el semáforo en rojo vieron como el Audi TT piloteado por Trasancos cruzó en rojo y después embistió a Álvarez y a Ramos. “Mi novia en el momento en que nos pasa dije ‘qué hijo de puta’”, contó al tribunal hoy Maximiliano Benito detallando que luego se bajaron para ayudar pero “se veía que no había nada que hacer”.
“El auto nos pasó por la izquierda, venía a una velocidad impresionante, después del impacto aceleró y dobló”, contó Aylen Ossa Welcz, que esa noche iba en el asiento del acompañante del Polo. “Se vio una ráfaga que nos pasó”, dijo y luego conto el episodio de su comentario: “Cuando terminé de decir ‘hijo de puta’, chocó”. Trasancos observaba las declaraciones vestido con jeans y una campera gris símil cuero, una prolija barba y mascando un chicle en todo momento. Se ofuscaba cuando escuchaba algo que le parecía no ser así. En la sala también escuchaban muy atento los familiares de las víctimas todos con remeras con sus caras y un pedido de justicia.
La joven contó como también en el momento de los hechos no le pidieron ningún dato y que ella misma averiguó qué juzgado tramitaba la causa y llamó para colaborar porque “no le parecía justo”. Martín Gallo también estaba en ese auto desde donde vieron todo: “venía a alta velocidad, muy grande” dijo el joven y reforzó el testimonio de los otros testigos al sostener que “después del impacto se desestabiliza y ni bien se establece acelera y sigue”.
Cuando estos tres testigos terminaron de declarar hubo un pequeño cuarto intermedio. Allí Trasancos aprovechó para acercarse a los familiares de las víctimas. La situación se tensó y el padre de una de las víctimas, que lo escuchó, empezó a angustiarse. Un policía le ordenó a Trasancos que se retirara. El acusado se recostó contra una columna y se largó a llorar.
“Fue un impacto que no vi”
Entre lágrimas y nerviosismo, Antonio Alberto Trasancos, padre del principal imputado relató cómo se enteró del accidente: “Mi hijo vino en un estado de pánico”, contó en la audiencia y dijo que le repetía “Choque, choque, fue un impacto que no vi”. El hombre fue hasta el lugar de los hechos, viven a pocas cuadras de allí, y contó como “no lo podía creer” y se preguntaba “¿qué hago?”.
Relató que llamó a su hija que es abogada pero como no le atendía el teléfono terminó llamando a una amiga de ella que es penalista y aclaró que le prestaron el auto. Mirta Gonzales, madre de Trasancos fue la que aquella noche le abrió la puerta al imputado después de que se produjeron los hechos: “me despierta el timbre de mi casa y era mi hijo golpeándose contra la reja” repitiendo “choque, choque”.
La estrategia de la defensa de Trasancos busca derribar la figura del “dolo eventual” por la que está imputado lo que significaría un rango menor de pena de hasta cinco años de prisión.
GA/AF