Camila Peralta está desaparecida desde el 21 de diciembre. Le pidió permiso a su papá para ir pasear con una amiga, pero nunca más volvió a su casa. La niña mide 1,60, tiene pelo castaño, tez blanca y ojos marrones. Llevaba un jean azul, campera gris y zapatillas negras.
El domingo 21 de diciembre hacía mucho calor en Mar de Ajó. A Camila Peralta, de 12 años, no le importó y fue caminando hasta el trabajo de su papá. Le pidió permiso para ir con una amiga a pasear a la zona céntrica de la localidad balnearia por la tarde y volver temprano. Él le dijo que sí y ella se fue. Desde entonces está desaparecida. “La causa está caratulada como averiguación de paradero y todo lo realizado indica que se fue con un vecino con el que mantenía algún tipo de vínculo”, dijo a Infojus Noticias una fuente de la investigación. El lunes una mujer aseguró haberlos visto caminando por San Bernardo. En la causa, que ya acumula tres cuerpos, interviene la UFI descentralizada de Mar del Tuyú a cargo de Gustavo Mascioli.
Ese domingo Enrique Peralta volvió de su trabajo a las 21 y se enteró por sus otros hijos que Camila no había vuelto del paseo al que él le había autorizado a ir. Averiguó y tampoco estaba con su amiga, como le había dicho. Peralta fue entonces a la comisaría de Mar de Ajó y denunció la desaparición de la menor, que el jueves 15 de enero cumplirá 13 años.
El hombre realizó la denuncia a las 23, después de notar la ausencia de Camila y tras rastrear entre amigos y conocidos. “Lo que explicó entonces fue que la joven se habría ido con un vecino boliviano de 21 años, con el que mantendría una relación y con el que, en junio pasado, ya se había escapado una vez, pero fue encontrada a la hora de su huida”, informó la fuente. En aquella oportunidad, el papá de Camila contactó al hermano del joven, que vive apenas a una casa de por medio de la suya, y el hombre habló con el joven y lo convenció de que volviera con ella.
“El padre contó que él le prohibió a Camila que tuviera vínculo con este hombre, pero que ellos igual lograban verse a escondidas”. El joven se llamaría Humberto, trabaja como albañil en diferentes obras de la zona, y desde Bolivia llegó siguiendo a un hermano mayor que le dio alojamiento en su casa. “Hay cartas entre ellos. Era más que una amistad", aseguró una tía de Camila en declaraciones radiales.
“La investigación se inició por averiguación de paradero, pero hay que ver con el correr de los días y los hechos, en qué puede derivar, porque hay una menor involucrada”, agregó la fuente que prefirió no apresurarse y evitó evaluar posibles delitos. Por el caso se dispusieron todo tipo de medidas: rastrillajes e intervención de teléfonos y se tomaron declaraciones testimoniales y realizaron entrevistas.
Los investigadores están convencidos de que ambos están por la zona, porque ni el joven, ni Camila contaban con dinero como para alejarse. Y a eso se suma que la moto de él fue incautada para evitar que tuviera movilidad si volvía a buscarla. El testimonio de una vecina de San Bernardo avala la teoría. El lunes la mujer llamó al 911 y dijo que acababa de ver a la chica y el hombre, en la zona céntrica de esa localidad. “Las descripciones que la mujer dio de ambos coinciden plenamente, el tema es que ya no se los pudo encontrar cuando llegaron”. Cuando salió de su casa por última vez, Camila iba vestida con un jean azul, una campera de jean gris, y un par de zapatillas Topper negras.
Camila es de tez blanca, ojos marrones, pelo castaño, y mide alrededor de 1,60. Sus fotos empapelan todas las ciudades del partido de la costa. “Una de esas fotos fue la que vio la mujer que llamó y aportó la información que nos permite saber que vamos en la línea correcta de investigación y que esperemos que nos lleve a resolver el caso rápido y que Camila vuelva con su familia”, concluyó la fuente judicial.
El Registro Nacional de Personas Menores Extraviadas del Ministerio de justicia y Derechos Humanos de la Nación tiene a disposición del caso, las 24 hs los teléfonos: 142 / 0800-122-2442.
La causa por la desaparición ya acumula tres cuerpos y la DDI de la Costa y la Brigada de Investigaciones están abocados a encontrarla. Creen que es cuestión de tiempo.