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Rita Bejarano, la mujer que era buscada desde hace una semana en Caleta Olivia, fue encontrada estrangulada en un zanjón de un paraje costero. Por el caso fue interrogado tres veces su novio, la última persona en verla con vida y su casa fue allanada, aunque sin resultados positivos.Según surge de la causa, hubo contradicciones en su declaración y algunas amigas de Rita relataron que el hombre era “violento” y nunca se preocupó por dar con ella. En la causa interviene el Juzgado de Instrucción Nº 2 de Caleta Olivia, a cargo de Jorge Alonso, y la Policía de esa ciudad santacruceña de 60.000 habitantes, ubicada 700 kilómetros al norte de Río Gallegos.

La mujer, de 48 años, estaba semienterrada en la zona de "La lobería", un paraje costero ubicado a 35 kilómetros de Caleta Olivia, de donde era oriunda, y fue encontrada por obreros que trabajaban en el tendido de una línea telefónica cerca de la ruta nacional 3. Al lugar concurrió personal de Criminalística, que cercó la zona y trabajó varias horas para levantar el cuerpo y en la recolección de posibles rastros en las cercanías.

Según pudo establecer en la investigación, la última persona que la vio con vida el sábado 25 de octubre fue su novio, Cristian Ángel, de 32 años. Ángel concedió por estos días varias notas a los medios de comunicación locales proclamando su inocencia y contó que el último día que se vieron fue en la vivienda de la mujer, donde desayunaron. Según el hombre, mientras él se bañaba, Bejarano le dijo que se iba a ver a una amiga en la ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia, distante 80 kilómetros de allí, y se fue sin saludarlo aparentemente rumbo a la terminal de colectivos.

Sin embargo, en ese lugar la Policía no obtuvo datos sobre su presencia "a pesar de ser una persona conocida", revelaron los investigadores. Rita era conocida por su trabajo como maestra integradora en la zona. En su búsqueda participaron unas 300 personas, muchas de ellas voluntarios, en el marco del operativo oficial que encabezó la Dirección Municipal de Protección Civil junto a efectivos de Bomberos y de la Policía local.

Entre los elementos que llamaron la atención de los investigadores también está que la familia no sabía que supuestamente iba a viajar y en su casa dejó una hornalla encendida. Además no se puso una cadenita, un anillo y un reloj que siempre solía usar.

“No hay pruebas en su contra, por eso no lo pueden detener. Nosotros estamos buscando cámaras o algo sospechoso porque queremos que vaya preso”, dijo Matías, uno de los hijos de la docente a Télam.  Matías y su tío fueron quienes ayer reconocieron el cadáver en el hospital de Caleta Olivia, donde permanecerá hasta hoy, cuando se lo entregarán a la familia para realizar el velatorio.

“Tengo mucho dolor en el alma”, dijo el joven, quien se quejó de la “lentitud” de la Justicia y la Policía para buscar a su madre.

Tras conocerse el hallazgo del cuerpo, decenas de personas se concentraron frente a la casa de sus familiares, en el barrio 17 de octubre.