El juicio por la privación ilegítima de la libertad del joven tiene un único acusado: el excomisario Miguel Ángel Espósito. Hoy la querella pidió seis años de prisión para el ex jefe policial acusado de la privación ilegítima de la libertad del chico de 17 años, muerto en 1991.
“La institución policial es la responsable de toda esta gama de crímenes, que tiene siempre un denominador común: la violencia contra pibes en su inmensa mayoría pobres y un marco de impunidad”, dijo hoy uno de los representantes de la querella, Ismael Jalil, al Tribunal Oral en lo Criminal 29 de Capital Federal. Y pidió la pena máxima que se puede pedir para este tipo de delito -seis años- para el ex jefe policial Miguel Ángel Espósito, por la privación ilegítima de la libertad a Walter Bulacio. El joven tenía 17 años en abril de 1991, cuando fue detenido por la policía después de un recital en Obras, lo golpearon brutalmente en la comisaría y falleció días después por un aneurisma.
Sentados en primera fila estaban la mamá, Graciela Scavone, las dos hermanas menores de Walter y la sala repleta de militantes de organismos vinculados a la lucha contra la represión policial. También estaban docentes del colegio Bernardino Rivadavia donde iba Walter, en el barrio porteño de Constitución. El único acusado, el excomisario Espósito no está en la sala. Tampoco vía teleconferencia desde el Consejo de la Magistratura como cuando hizo su declaración indagatoria, el primer día del juicio.
Junto a Jalil, expuso la abogada María del Carmen Verdú. “Nos hubiera gustado discutir todos los hechos, la detención, tortura y muerte de Bulacio. También que estén sentados en el banquillo todos los responsables políticos”, dijo. Empezó con una cronología del hecho, desde la noche del 19 de abril de 1991 que Walter fue detenido por policías de la seccional 35 en las inmediaciones de Obras, donde tocaban Los Redonditos de Ricota hasta las distintas instancias judiciales que suman más de 4500 fojas del expediente. La causa por el asesinato de Walter prescribió en 1999.
La querella destacó que cuando tuvo que dar respuesta, Espósito mintió deliberadamente: “En lugar de dar luz, comenzó el oscuro túnel kafniano”, dijo Verdú.
“Cuando accedí al expediente lo primero que hice fue preguntarme qué era eso del memorando 40 y cómo fue aplicado desde su implementación, el 19 de abril de 1965”. Exactamente 26 años antes de la detención de Walter. Verdú contó que a lo largo de las audiencias, los testigos declararon distintas cosas sobre el memo 40. Algunos lo conocían, otros no. Se trataba de una normativa, de menor rango que la orden del día que permitía detener a un menor sin avisar al juez. Sin embargo, exsecretarios de Juzgados dijeron que cuando se detenía un menor había que dar aviso inmediatamente al juez.
Verdú recordó las palabras de uno de los primeros fiscales de la causa, Chávez Paz: “La culpa de todo la tiene el rock”.
La querella explicó que la represión policial no es producto de un policía suelto, sino que es la institución policial la causa. Respecto a Espósito, dijeron que él estuvo a cargo del operativo de detenciones y que contó con infantería, armas y camiones de combate. “En este contexto el comisario Espósito dispuso la suerte de Bulacio. Su detención ameritaba la intervención judicial”.
El martes próximo y el 23 de octubre se prevé que exponga el fiscal Horacio Fornaciari, y la defensa, a cargo de Pablo Argibay Molina. Aún no se definió la fecha de audiencia de lectura del veredicto.
En los últimos minutos de las dos horas y media de alegato, Verdú, emocionada, dijo: “Pedimos la pena máxima, seis años de prisión para Espósito”. Afuera, en la calle, se escuchaba: “Yo sabía, yo sabía que a Walter lo mató la policía”.