Es la segunda vez que el ex ministro de Economía amplía su indagatoria en el juicio por el Megacanje. Está acusado de presuntas negociaciones incompatibles con la función pública en la operación financiera conocida como "megacanje". Enfrenta una pena de hasta seis años de prisión.
“Mi único interés fue defender el crédito público de la República Argentina”, dijo Domingo Felipe Cavallo ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 4. El ex ministro de Economía amplió su declaración indagatoria por segunda vez en el juicio donde afronta cargos por negociaciones incompatibles con la función pública. La semana que viene comienzan los alegatos. El proceso por el Megacanje llega a su etapa final y podría tener un veredicto en octubre.
Hoy Cavallo relató con lujo de detalles sus primeros 65 días al frente de la cartera de Economía durante el gobierno de Fernando De la Rúa -quien hace un mes elogió a su ex ministro en su declaración testimonial-. Contó que durante los primeros días tuvo reuniones con los banqueros Francisco Luzón (Banco Santander, de España), Enrique Iglesias (Banco Interamericano de Desarrollo) y David Mulford (secretario del Tesoro de Estados Unidos).
“Viajé a Santiago de Chile, Brasilia, Madrid, Toronto, Washington, Nueva York, París, Frankfurt y Berlín para tomar contacto con los banqueros que iban a permitir descongestionar los problemas de la deuda”, dijo. Y explicó que la operación buscaba aliviar los vencimientos del 2001 para destrabar los giros del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el marco del llamado “Blindaje”. Ese préstamo de cerca de 40 mil millones de dólares se iba a realizar en cuotas trimestrales y estaba destinado únicamente a pagar intereses de deuda. A cambio, la Argentina se había comprometido a cumplir con determinadas “metas fiscales” que significaban significativos recortes en las finanzas públicas. Al no cumplir con las metas del primer trimestre, Cavallo prometió al FMI que la Argentina las cumpliría en forma acumulada: las metas del primer y el segundo trimestre juntas, al término de esa segunda etapa.
"El FMI no pone dinero en países con riesgo default"
Ante el tribunal, Cavallo aseguró que “el FMI no pone dinero en países con riesgo de default” y por eso se esperaba que dilatara los plazos de vencimiento de deuda de 2001 u obtuviera financiamiento para afrontarlos. En ese marco se ideó el Megacanje, en base a una idea suya, que fue complementada con los comentarios de David Mulford. “Estábamos en una recesión muy grande por pérdida de competitividad”, explicó el creador de la convertibilidad.
"Los banqueros querían ayudarnos a encontrar una solución"
“Mi único interés fue defender el crédito público de la República Argentina”Dijo que se reunió “con muchísimos banqueros, porque ellos querían ayudarnos a encontrar una solución para nuestros problemas”. Y reconoció que al día siguiente de recibir a Mulford, lo llevó a reunirse con De la Rúa para que le comentara su idea. Cavallo destacó el rol del banquero, que “fue el arquitecto del Plan Brady, un programa fundamental que resolvió el problema de la deuda desencadenada en el ‘82 y que culminó con lo que se llamó ‘la década perdida’”.
“Mulford volvió con una propuesta con otros banqueros el 26 de abril, y nos dijo que con cinco bancos se habían puesto a trabajar para que la Argentina realizara un nuevo canje”, reveló. Y explicitó que esos bancos estaban dispuestos a gestionar la operatoria aún sin que el país ofreciera otros fondos como garantía, a cambio de tasas de interés mayores para el mercado. A esos bancos después se sumarían dos más y terminarían siendo el consorcio que llevó adelante la operación. La banca Goldman Sachs, según Cavallo, quedó afuera porque prefería apoyarse en una garantía y también pretendía mayores comisiones.
En aquel momento, el anuncio de cuáles eran los bancos seleccionados para intermediar con los tenedores de bonos se hizo mediante un comunicado de prensa desde la Presidencia, a pedido de Cavallo. Buscaba dar pruebas al Fondo Monetario de que la operación estaba avanzada, para destrabar los fondos del Blindaje, aunque aún no estuvieran cerradas todas las condiciones del Megacanje.
El ex ministro rechazó el dato que aportó Guillermo Nielsen, ex ministro de Finanzas, cuando citó un documento del FMI en donde se afirmaba que “el stock de deuda de la Argentina creció en 9500 millones de dólares con el Megacanje”, y trajo otro documento en el que se afirma que se incrementó en 2300 millones.
Los testigos de Cavallo, en videoconferencia
Cavallo aportó el testimonio de tres altos ejecutivos y funcionarios de entidades internacionales mediante videoconferencias. Primero declaró Guillermo De la Dehesa, asesor internacional de Goldman Sachs desde 1988, desde una de sus oficinas en España. Afirmó que la remuneración ofrecida para las entidades privadas no convenció a la banca neoyorquina que ya lleva 165 años de existencia, y que por eso decidió no participar de la operación argentina.
El uruguayo Enrique Iglesias, ex titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) le siguió también desde Madrid. En Argentina eran las 11 de la mañana, pero por la diferencia horaria, él respondió el saludo con un: “Buenas tardes, para mí”. Néstor Costabel, presidente del tribunal, formuló las preguntas de rigor, y consultó si tenía “amistad, enemistad o algún interés personal en el resultado del juicio”. El uruguayo respondió “no más que el de servir un poco a la justicia”.
Como De la Dehesa, Iglesias rechazó que en el Megacanje hubiera habido algún tipo de exclusión deliberada de algunos bancos para favorecer a otros, y aseguró que en la operación participaron los bancos que tradicionalmente participan en “este tipo de operaciones”. Además de su peso en las finanzas globales por el flujo de dinero que manejan, destacó que se trató de “bancas de inversión” y no simples entidades comerciales.
El último en declarar fue José Ángel Gurría, un político y economista del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México, ex funcionario de ese país y actual secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Desde París, respondió que “en virtud de la calidez humana y profesional de Cavallo”, se considera su amigo. “Y me da orgullo decirlo”, agregó. En 2001, el mexicano formaba parte del Consejo Asesor Internacional del Banco Santander. Al igual que Cavallo, aseguró que “los bancos ‘sistémicos’ tenían interés en hallar soluciones para la deuda de la Argentina” y rechazó que haya existido algún tipo de “favoritismo o exclusión” de determinados bancos.
Próxima semana: alegatos
La fiscalía, a cargo de Fabiana León, alegará la semana próxima, y entre la última semana de septiembre y la primera de octubre serían los alegatos de la defensa de Cavallo y sus palabras finales. Después será el turno del tribunal de fijar una fecha para dar a conocer su veredicto, que podría ser durante el mismo mes.
Cavallo se ofuscó cuando el tribunal le informó que no habría una sentencia antes del 13 de octubre. El juicio comenzó en junio y avanzó sin inconvenientes, pero el proceso se remonta al 2001, cuando comenzó la investigación. El ex ministro es el único imputado en el proceso, que busca determinar si se cometieron delitos en la operación financiera promovida por el gobierno de la Alianza y que se conoció como "Megacanje".
Qué fue el Megacanje
Con el "Megacanje", el gobierno de la Alianza emitió cinco grandes series de bonos en 2001 y aplazó los vencimientos de medio centenar de títulos de deuda. La maniobra fue presentada como la gran solución para el problema de la deuda externa, pero tras algunas semanas se derrumbó y arrastró al país a la cesación de pagos. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner calificó al Megacanje y al Blindaje como las mayores estafas de la historia financiera de la Argentina.El Megacanje le permitió cobrar cuantiosas comisiones a un sindicato de bancos internacionales, y multiplicó la deuda soberana que Argentina tenía hasta ese entonces. El 69 por ciento de los bonos que los fondos buitre hoy reclaman en los tribunales de Estados Unidos, tuvieron origen en el Megacanje, y fueron defaulteados al año siguiente al de su emisión.
El banquero estadounidense David Mulford estuvo imputado en este proceso junto a un grupo de funcionarios entre los que se encontraban el ex asesor de Cavallo, Horacio Liendo; y el ex secretario de Política Económica y actual diputado del PRO Federico Sturzenegger. Todos ellos, menos Cavallo, fueron sobreseídos por prescripción antes de llegar a la etapa de juicio. El fiscal Germán Moldes apeló la resolución, pero el sobreseimiento fue confirmado por la Cámara de Apelaciones. Ahora el expediente espera ser revisado por la Cámara de Casación.