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En el cuarto intermedio de hoy, Fernando De la Rúa se descompensó y fue asistido por el SAME que lo trasladó al Instituto del Diagnóstico. La audiencia por la causa que se investiga sobornos en el Senado para aprobar la Ley de Reforma Laboral continuó con los alegatos de sus abogados Valeria Corbacho y Jorge Kirszenbaum. Además del ex presidente, están imputados el ex titular de la SIDE Fernando de Santibañes; el ex ministro de Trabajo, Alberto Flamarique; y cuatro ex senadores justicialistas: Alberto Tell, Remo Costanzo, Ricardo Branda y Augusto Alasino. Se prevé que el martes próximo De la Rúa asumirá su propia defensa ante el Tribunal.

“Le bajó la presión”, dijo a Infojus Noticias De Santibañes en las escalinatas de Comodoro Py. El ex jefe de la SIDE es amigo personal del ex presidente y lo acompañó en todo momento desde que se descompesó en el buffet del noveno piso de los tribunales federales. De la Rúa se subió a la ambulancia por sus propios medios. "Tuvo un cuadro de baja presión, una lipotimia", describió el titular del SAME, Alberto Crescenti.

Durante la audiencia, su defensa habló de los senadores que aprobaron la Ley de Reforma Laboral en abril de 2000. Remarcó que entre los que dieron el voto positivo estuvo el peronista Antonio Cafiero. El ex senador es señalado por la defensa como uno de los primeros denunciadores del pago de sobornos: “Cafiero nunca aportó pruebas. Nada de lo que dijo se corroboró”, dijo Corbacho.

“El objetivo de Cafiero era manchar el gobierno de la Alianza”, agregó la abogada defensora. También dijo que el peronista se reunió con el periodista del diario La Nación, Joaquín Morales Solá, antes de la primera nota periodística donde se hablaba de sobornos. También mencionó una lista de senadores que votaron a favor y en contra de la Ley pero que nunca pudieron aportar pruebas.

En otro sentido, Corbacho habló de María Fernanda Villosio, la periodista a la cual Pontaquarto le dijo que él había entregado 4.700.000 pesos al ex senador justicialista Emilio Cantarero para repartir entre sus pares para que se aprobase la ley. Villosio declaró que se juntó a tomar un café con Cantarero en agosto de 2000 y que él le dijo de los sobornos. “Cantarero tenía Mal de Parkinson, una enfermedad invalidante, pero no lo iba a admitir estando en funciones. Aquí no se cuestiona a la periodista sino a Cantarero. Dijo ella que le dio la primicia de que hubo sobornos porque le parecía simpática”. Y Corbacho repitió la frase: “Porque le pareció simpática”. “También él le dijo que tenía miedo de ir a la cárcel”, según declaraciones de la periodista. En noviembre de 2008, Cantarero fue declararado inimputable por su enfermedad y no estuvo entre los imputados.

La defensa de De la Rúa sostuvo ayer ante los jueces del Tribunal Oral Federal 3 que Mario Pontaquarto “acomodó su relato sistemáticamente” y que durante el juicio no se probaron los hechos acusatorios contra los ocho imputados. Es por el supuesto pago de coimas durante el gobierno de la Alianza para aprobar la Ley de Reforma Laboral en abril de 2000.

En la audiencia de ayer la defensa del ex presidente remarcó: “Faltan los hechos, no hay elementos que prueben que los senadores justicialistas hayan recibido coimas”. Pontaquarto, Flamarique y De Santibañes no pudieron escucharla: en esta jornada no estuvieron presentes en los tribunales de Comodoro Py. El objetivo del alegato será “desenmascarar al hipócrita”, dijo Corbacho a la vez que citaba una frase de José Ingenieros.

Durante el alegato, Corbacho argumentó que la reunión que Pontaquarto aseguró que existió en Casa de Gobierno el 30 de marzo de 2000 no se pudo acreditar y agregó que no existió porque no coinciden tiempos y protagonistas. También destacó algunas llamadas telefónicas que habían sido descalificadas por la Fiscalía.

En la audiencia de la semana pasada, los abogados de Pontaquarto habían pedido la absolución de su defendido. “Técnicamente no pueden hacer otra cosa que pedir la absolución”, dijo el “arrepentido” en una entrevista a Infojus Noticias. “Si no hay condena en este juicio, será una injusticia absoluta. Se terminaría con una posibilidad histórica que tuvo la Justicia argentina: tener a alguien que confesó bancándose lo que venga”, agregó.

Durante el juicio la fiscal Sabrina Namer –al igual que la OA- pidió que De La Rúa y Santibañes sean condenados a seis años de prisión y seis años de inhabilitación para ejercer como funcionario público. Namer dijo que en su investigación se acreditó que el ex presidente dio la orden de pagar sobornos y que "descartaría de plano" que no supiera de las coimas. "El pago no podría haberse hecho sin la orden de De la Rúa", explicó. Namer pidió la absolución de Branda y de Flamarique.

Para los ex senadores del PJ Tell, Costanzo y Alasino la fiscalía pidió también seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Para el “arrepentido” Pontaquarto, en cambio, reclamó tres años de prisión en suspenso. El juicio comenzó en agosto del año pasado y la sentencia podría darse a fines de año. Se prevé que las audiencias de los alegatos de la defensa de De la Rúa continuarán el martes de la próxima semana.

El juicio comenzó en octubre del año pasado y se prevé que podría extenderse hasta fines de año.