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Hoy se registró un incendio en un conventillo del barrio porteño de La Boca en el que 26 personas resultaron heridas y fueron asistidas por el SAME. Según informó Alberto Crescenti, su titular, siete de ellas fueron trasladadas al Hospital Argerich. El siniestro se produjo en la calle Ministro Brin al 700, a dos cuadras de La Usina del Arte, y recién luego de dos horas, ocho dotaciones de bomberos lograron controlar y apagar el fuego.

De los 26 heridos, 13 eran mujeres y 13, hombres. “A los que salieron, y no presentaron complicaciones, les tomamos oximetría de pulso. Si no están saturando, los trasladamos al hospital”, precisó Crescenti, que se acercó al lugar. Además, el titular del SAME afirmó que tres de los siete trasladados al hospital eran bomberos –dos de la Policía Federal y uno voluntario de La Boca–, y que los vecinos fueron derivados por la inhalación de humo o por estar en estado de shock, encontrándose fuera de peligro.

“Dos bomberos fueron trasladados por quemaduras en vías superiores y uno con quemaduras en las manos, a causa de la brea que se encontraba en los techos, y que produce quemaduras de consideración”, apuntó Crescenti. En el caso de los policías, tras la atención primaria en el Argerich serían trasladados al Churruca.

El conventillo estaba construido en el pulmón de la manzana y medía 20 metros de largo, 13 de ancho y 20 de alto, según informaron los bomberos. Allí vivían cinco familias, distribuidas en dos pisos. El incendio comenzó alrededor de las 08.30 de la mañana, en el primer piso, y luego de trabajar más de dos horas en el lugar, los bomberos controlaron el fuego.

En tanto, para evitar un derrumbe, apuntalaron las paredes de los alrededores y evacuaron a los vecinos aledaños. Evelyn Alonso, de 28 años, se había levantado horas antes para llevar a su hija al colegio. “Me había sentado a tomar mate cuando comencé a ver humo por la ventana”, contó a Infojus Noticias. La joven tiene tres hijos –Máxima (1), Juan Bautista (3) y Morena (8)-  y está casada con Marcos Herrera (28). “Enseguida me fui a buscar a mis otros hijos que estaban durmiendo –continuó–. Máxima estaba en la cuna y Juan Bautista en el fondo. Cuando los pude alzar, salimos corriendo para abajo”.

Por el incendio, el conventillo se había convertido en una humareda oscura. “Empecé a gritar para ver si podía bajar y no sabía si me estaba metiendo en el fuego. Pero tuve que bajar si o si”. Para su familia, como para el resto de los vecinos, las pérdidas fueron totales.

Según informaron desde la asociación Inquilinos Agrupados, a través de un comunicado, se trata del sexto conventillo que se incendia en el barrio porteño de La Boca, en el transcurso de los últimos cuatro años.  

EV/LL