Ese día termina el turno de feria de la jueza Marcela López que hasta hoy llevó el caso. Silvia Urioste Torres, titular del Juzgado retomará la causa. Mientras, la Policía uruguaya busca nuevas pistas. Se esperan las pericias a los teléfonos celulares de Lola, su madrina y el esposo.
A partir del próximo martes 13 de enero, la investigación por el crimen de Lola Chomnalez, la adolescente de 15 años asesinada en diciembre en Barra de Valizas, Uruguay, quedará en manos de la titular del juzgado, Silvia Urioste Torres. "Estaba previsto que la jueza Marcela López estuviera de feria hasta el 13 de enero, ese día dejará la causa en manos del juzgado de Segundo Turno", dijo el vocero de la Suprema Corte de Justicia de Uruguay, Raúl Oxandabarat.
Hasta la semana que viene la pesquisa quedó a cargo de la policía de Rocha, que busca nuevas pistas para aportar a la investigación judicial, que hasta el momento no parece tener una línea fuerte. “Las autoridades de la fuerza tienen facultad para citar a nuevos sospechosos, interrogarlos y derivarlos a la Justicia de surgir evidencia que lo amerite”, explicó el vocero.
Mientras tanto, hay mucho hermetismo sobre el informe técnico forense que recibió la jueza López. Las muestras realizadas debajo de las uñas de la víctima junto con otros estudios hechos en el cuerpo de la adolescente, no logran aportar información relevante para los pesquisas. "El material genético hallado no era suficiente para un estudio de esa envergadura", confiaron las fuentes judiciales.
Las pericias a los celulares
Otro punto clave de la investigación son las pericias a los teléfonos celulares de Lola y del esposo de su madrina, Hernán Tuzinkevich, quien estuvo detenido en el inicio de la investigación. Oxandabart aclaró que aún López está abocada al análisis de esa pericia como la de otros materiales encontrados en la escena del crimen.
De hecho ayer a última hora la jueza citó a declarar a un perito especializado en telefonía celular para que interprete algunos de los datos surgidos de esos análisis de comunicaciones y elaboró un acta que adjuntó al expediente, dijo el vocero.
Antes, la magistrada había entrevistado a peritos que analizaron la escena del crimen y que levantaron distintas muestras en la zona, entre ellas, una colilla de cigarrillo y un mechón de pelos en una madera, y les solicitó que amplíen sus informes.
En las últimas horas también se hicieron varios rastrillajes en La Cañada, donde encontraron el cuerpo de Lola. También desde las alturas, los drones vienen aportando imágenes que podrían resultar valiosas para los investigadores, aunque la densidad de la forestación en medio de los extensos arenales sobre la costa impide que la visibilidad del lugar sea buena.
Mientras, la policía de Rocha y la de Montevideo siguen trabajando en el balneario Barra de Valizas junto con un equipo de investigadores de la Armada Nacional recorriendo toda la zona.
Qué cambio en Rocha después del crimen de Lola
En general, los rochenses y quienes viven sobre los balnearios que siguen a través de internet y la televisión el caso, tienen pocas esperanzas de que se esclarezca. Muchas dicen que las detenciones “al barrer” son un atropello contra la gente de la zona. Otros, en cambio, lo consideran necesario. "Quien nada hizo; nada teme", dijo un poblador de Aguas Dulces.
Más allá de que el estilo de vida en la costa atlántica uruguaya sigue siendo desestructurado, hay quienes piensan que las caminatas entre Valizas Aguas Dulces y Cabo Polonio ya no serán lo mismo: los jóvenes tratan de hacer ese paseo en grupo, y los padres van con sus hijos. Un turista dijo a esta agencia que es necesario que el crimen de Lola se esclarezca, porque “como sociedad necesitamos certezas”.