Así se refirió el juez de la causa, Luis Zelaya, al perfil del único sospechoso del crimen de la estudiante chilena Nicole Sessarego Bórquez. Lucas Ariel Azcona se negó a declarar y a que le saquen sangre, por lo que la extracción será compulsiva.
Para Zelaya, la supuesta confesión de Azcona no es una prueba que esté incorporada en el expediente. “Todo lo que trascendió, en referencia a la admisión de responsabilidad del detenido ante su hermana, para nosotros es irrelevante porque en sede judicial se negó a declarar”, dijo el magistrado.
Lucas tiene 23 años y es empleado de una empresa de limpieza. Hoy, antes de negarse a declarar, había recibido el apto del cuerpo médico. Estaba preso desde anoche, cuando llegó acompañado por su padre a una comisaría de San Francisco Solano y se entregó. Un rato antes, por la tarde, su hermana y su padre habían visto parte de los 19 videos difundidos por el juzgado –a pedido de la querella- y llegaron a la conclusión de que las “prendas” y la “forma de caminar” se parecían mucho a las de Lucas.
-¿Viste el video que difundieron sobre el pibe que mató a esa pobre chica chilena? Me parece que es Lucas- le dijo la chica a su padre.
-No, no puede ser- contestó el hombre, negándose a aceptar lo evidente: el chico de gorro de lana, ropas negras y mochila que seguía a Nicole en las grabaciones de distintas cámaras callejeras, era muy parecido a su hijo.
Su hermana –con quién mantenía una relación estrecha- se lo preguntó sin rodeos. Después de vacilar un momento, el joven dijo que sí, que había estado en ese lugar y que había sido él el autor de las puñaladas sobre Nicole. Cuando el joven se entregó, la policía se comunicó con la fiscalía N° 5 de Quilmes, que estaba de turno, a cargo de Jorge Saizar. El fiscal se comunicó inmediatamente con Zelaya, que ordenó el allanamiento de su casa. Allí se encontraron indicios. “Hay muchas evidencias para someter a peritajes: el gorro, la campera, la mochila y el calzado con los que se lo ve en la imagen fueron recolectados durante el allanamiento en su casa”, explica Zelaya.
La madrugada del martes 15 de julio, un niño que salía para la escuela de un edificio de Almagro encontró su cadáver con once heridas de arma blanca. La madre del niño –dijo al declarar ante la policía- escuchó un grito una hora antes, cerca de las seis de la mañana. La noche anterior, Nicole había ido a bailar al Nigth club Severino del microcentro porteño, con una de las chicas con las que vivía. La chica declaró en el expediente y contó que antes de perderla de vista la había visto hablando con alguien.
Hace 40 días, detuvieron a un joven turco de nombre Janerk Teber (31), que había tenido un amorío con Nicole. La pista que seguía el juez era la de un femicidio como secuela de aquella relación. Pero la sangre del detenido que había quedado en el cadáver, asique el juez –aunque lo dejó imputado- ordenó su liberación. “Se nos estaban acabando las opciones del entorno íntimo de Nicole”, dijo hoy Julio Cisterna, su abogado. “Por eso le pedimos al juez que se exhibieran las grabaciones. Y por ahora salió bien”.
Psicópata depredador impulsivo
Los 19 videos –en la estación del subte, a lo largo de la avenida Rivadavia- muestran que el supuesto asesino no titubea en la persecución de Nicole. La sigue con paso resuelto, a unos diez metros de distancia. La gran pregunta, en este punto de la investigación, es si Lucas Azcona conocía a Nicole. “El vídeo en sí mismo no da una imagen muy definida, por eso sólo quienes lo conocían lo podían reconocer, como terminó sucediendo. Ese material se había mostrado al entorno de Nicole para ver si lo reconocían, pero ninguno lo hizo. Esto abona la hipótesis más fuerte que tenemos hasta el momento: que no tenía ningún trato entre ellos dos”, consideró el juez de la causa.
“La hipótesis es que se quedó esperando a la víctima cuando salió del subte. Fue Nicole como podría haber sido cualquier otra. Él salió diez minutos antes que ella del subte y se quedó esperando. Fue muy casual la aparición de ella. Todo indica que fue un ataque azaroso”, detalló.
Sin embargo, el abogado de la familia, Julio Cisterna, prefirió la cautela. “Yo mantendría una actitud expectante, porque en el video la ve pasar y se le tira encima, casi, como a una presa”, dijo el letrado. Y explicó que un perito informático está analizando las computadoras y redes sociales para buscar rastros de una relación previa entre los dos.
El ataque no quedó registrado porque la cámara de la esquina de la casa de la chica – Don Bosco 4109- no funcionaba ese día y a esa hora. Sin embargo, para Zelaya “hay muchas otras evidencias, más allá del ADN, que pueden ser utilizadas para incriminarlo o desvincularlo”.
Cuando habló con los medios, el padre de Lucas –jefe de Mantenimiento del Hospital de Niños- reveló que su hijo tiene “problemas psicológicos” y que creía que lo “hizo lo que hizo sin darse cuenta”. La policía filtró a la prensa incluso un diagnóstico psicológico basándose en la conducta que muestra en las imágenes: el asesino podría haber actuado como un “psicópata depredador impulsivo”.
Zelaya dijo que "tiene una personalidad aparentemente hermética, introvertida. Una personalidad que no entra en los parámetros patológicos sino psicopáticos. Creemos que es imputable”, dijo. Y agregó que al ser contratado por su empresa había superado un “examen psicotécnico”.
El juzgado revisó los antecedentes judiciales del detenido, y no había causas abiertas en su contra en Capital Federal. Sin embargo, el chico tenía una herida porque el 15 de agosto lo habían linchado y baleado vecinos y parientes de una chica a quien había capturado por la fuerza y pretendía llevar a un descampado.
Hoy era examinado por el Cuerpo Médico Forense y a la noche –no puede dormir en la alcaidía- será remitido al penal de Ezeiza, Devoto o Marcos Paz.