La fiscal Cristina Caamaño, a cargo de la investigación, realizó junto a efectivos de las brigadas de Homicidios e Investigaciones de la Policía Federal una inspección ocular en el edificio. Se llevaron agendas y teléfonos de Carlos Alberto Gutiérrez Camacho.
Durante cuatro días, desde que el ciudadano colombiano Carlos Alberto Gutiérrez Camacho fue asesinado en los bosques de Palermo y su novia fue internada en el hospital Fernández por las heridas sufridas, el departamento de Vicente López en el que vivía la pareja quedó desocupado. Esta tarde, la fiscal Cristina Caamaño, a cargo de la investigación, realizó junto a efectivos de las brigadas de Homicidios e Investigaciones de la Policía Federal una inspección ocular en el edificio donde se secuestraron agendas y teléfonos de la víctima.
Antes de mudarse con su novia Solange Trujillo Fernández, de 22 años, al departamento de Hipólito Yrigoyen y Solís, en Vicente López, Gutiérrez Camacho había vivido en un monoambiente en el barrio porteño de Recoleta por el que pagaba seis mil pesos mensuales. Desde su radicación en Argentina en 2013 -había llegado por primera vez en 1999-, el colombiano siempre alquilaba departamentos amueblados. “No sabemos si es porque viajaba o se mudaba cada seis meses”, contó una fuente judicial a Infojus Noticias. Entre el alquiler y las expensas del departamento, Gutiérrez Camacho pagaba alrededor de 8.500 mensuales. “Llevaba un nivel de vida alto o medio-alto”, explicó la fuente.
Camacho Gutiérrez no tenía auto. Con su novia solían salir a pasear en bicicleta. En una de esas recorridas por los bosques de Palermo, el lunes pasado, la pareja pedaleaba junto una tercera persona: un hombre de nacionalidad colombiana apodado “El Diablo”. A la altura de Avenida Figueroa Alcorta y Dorrego, una moto se les puso a la par. Desde allí, uno de los dos sicarios gatilló once veces su pistola de caño largo calibre .380. Tres balazos dieron en el cuerpo del colombiano y dos en el de su novia. Él murió en el acto. La joven, herida, fue trasladada al hospital Fernández. Allí continúa internada, rodeada de una fuerte custodia policial. “Está muy dolorida, medicada con calmantes”, contó la fuente judicial. La joven, que ya declaró en la causa ante personal policial, será citada por la fiscal Cristina Caamaño una vez que reciba el alta médica.
Por un lado, el trabajo de los investigadores apuntó hacia los ejecutores. Entre el lunes y hoy se revisaron muchísimas grabaciones de cámaras de seguridad ubicadas por Avenida Figueroa Alcorta, por donde habrían escapado los sicarios después del crimen. “Estamos trabajando, ya detectamos muchas motos. Ahora hay que comparar con el horario en que los testigos dicen que ocurrió el hecho. El problema es que hay muchas cámaras del gobierno de la ciudad que no estaban funcionando”, explicó un investigador.
Otro eje de la investigación se concentró en el entorno de la víctima. Ayer, la fiscal recibió un informe de Interpol: el análisis de las huellas digitales confirmó la identidad de la víctima. Con el objetivo de encontrar elementos que permitan descubrir el móvil del crimen, la fiscal encabezó hoy la visita al departamento. Según informó Caamaño, no se trató de un allanamiento sino de una inspección ocular. Otro elemento que podría aportar nuevas pistas es el análisis de los teléfonos celulares de la pareja que están siendo peritados.
La tercera línea investigativa apunta a “El Diablo”. La fiscal Cristina Caamaño sospecha que el hombre, al que Solange Trujillo no logró reconocer, fue el “entregador” de Gutiérrez Camacho.