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Los dos hombres que fueron detenidos como sospechosos de participar del asalto que derivó en el homicidio de Juan Pablo Paparini, el hombre que fue asesinado el sábado en la fiesta de 15 de su hija en Tortuguitas, fueron liberados por la Justicia. Fuentes judiciales informaron a Télam que las ruedas de reconocimiento realizadas ayer con los dos aprehendidos dieron resultado negativo, por lo que la fiscal de la causa, Gabriela Viviana Disnan, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada 18 de Malvinas Argentinas, ordenó su inmediata libertad.

"Los testigos señalaron que ninguno de los dos sospechosos se parecían en nada a los delincuentes que entraron a robar a la fiesta", dijo a Télam un vocero judicial.

La misma fuente aclaró que todos los testigos coincidieron en que los tres delincuentes que robaron deberían estar lastimados, ya que fueron golpeados y hasta recibieron botellazos por parte de los familiares e invitados que se resistieron al asalto.

Sin embrago, tras una revisión médica, se determinó que ninguno de los dos sospechosos tenía ni un solo rasguño, por lo que la fiscal también valoró este detalle para decidir la libertad de los dos hermanos aprehendidos. Los liberados son un sereno y su hermano, que fueron aprehendidos el lunes pasado a partir de una pista que aportó una de las víctimas del robo.

Es que según explicaron las fuentes, esa mujer recibió en su muro de Facebook una solicitud de amistad que le pareció sospechosa y le dijo a la policía que podía ser de uno de los delincuentes, aunque ahora quedó comprobado que no tenían ninguna relación con el hecho.

La causa sí tiene identificado y con pedido de captura a uno de los presuntos autores, ya que en el forcejeo y en la huida se le cayó su DNI, mientras que analiza un teléfono celular que podría ser de este mismo sospechoso o de alguno de sus cómplices.

El hecho ocurrió el sábado a la madrugada en una casaquinta ubicada en la calle Alfredo Nobel al 3500, de Tortuguitas, partido de Malvinas Argentinas, donde se desarrollaba una fiesta de cumpleaños. Esa vivienda pertenece a los abuelos de una adolescente que cumplía 15 años y al momento del hecho unas 80 personas se encontraban en el lugar.

Según las fuentes, todo comenzó cuando al menos tres delincuentes, uno de ellos vestido con ropas similares a las de la Policía, ingresaron al lugar. Los investigadores creen que los asaltantes ingresaron por uno de los laterales de la vivienda, que linda con una casa en construcción.

Una vez adentro, fingieron realizar un procedimiento policial, pero casi de inmediato amenazaron a todos mientras les exigían dinero y los objetos de valor.

Si bien todos los presentes entregaron sus pertenencias, los delincuentes se mostraron muy violentos y hasta amenazaron a un niño de 4 años apoyándole un arma en la cabeza, dijeron las fuentes policiales.

En medio del descontrol, uno de los hijos de la esposa de Paparini se trenzó en una pelea con uno de los asaltantes, lo que derivó en que otros invitados se sumaran a la pelea y agredieran a los delincuentes, lo que produjo la fuga de los asaltantes. Pero antes de escapar, uno de los ladrones apoyó su arma en el portón de ingreso y comenzó a disparar contra la gente que se hallaba en la fiesta. Las balas alcanzaron a Paparini en el estómago e hirieron a otros dos hombres.

Paparini (37) murió horas después tras ser intervenido quirúrgicamente en dos ocasiones en Hospital Abete de la localidad bonaerense de Pablo Nogués.