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La presidenta Cristina Fernández de Kirchner confirmó esta tarde que se depositaron 162 millones de dólares para cancelar los vencimientos de los bonos reestructurados en 2005 y 2010. “Justo el desacato llegó cuando teníamos que pagar el vencimiento”, ironizó la jefa de Estado y aseguró que “quieren tirar abajo la reestructuración de la deuda soberana”.

“Hoy, 30 de septiembre, la República Argentina en ejercicio de su soberanía, en cumplimiento de las facultades que le confiere al Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo de la Nación la Constitución Nacional y que le reconocen además la carta de las Naciones Unidas y la carta de la organización de estados americanos y todos los países del mundo ha depositado el pago correspondiente al vencimiento de su deuda”, anunció Cristina.

Durante la conferencia de prensa, la jefa de Estado indicó que “el Citibank sí fue autorizado porque su casa matriz está radicada en Estados Unidos", al aludir a la decisión del juez norteamericano Thomas Griesa de permitirle al banco norteamericano a pagar a los bonistas que ingresaron al canje de la deuda.

"Se cursaron el equivalente a 22 millones de dólares correspondientes al cupón de interés del bono par pero para legislación argentina, de los cuales 5 millones le corresponden al Citibank, que ese sí fue autorizado a pagar por segunda única vez. Y como se dice que no hay dos sin tres, seguramente nos volverán a autorizar ", ironizó la jefa de Estado y agregó: "Delicias de las leyes internacionales y de los que se rasgan las vestiduras hablando del cumplimiento del derecho".

Además, volvió a subrayar la voluntad de pago de la administración central y definió la resolución de desacato del juez Griesa como “un disparate”.

“La Argentina es un caso único, un caso único en todo. Hasta en esto también, en esto de querer pagar. Estamos pidiendo por favor que nos dejen pagar”, recalcó.

También destinó parte del discurso a la supuesta "preocupación" del gobierno norteamericano por la situación económica y financiera de la Argentina y se preguntó por qué entonces Estados Unidos "no deja que la Argentina pague su deuda".

"Si tanto le preocupa la Argentina y la prosperidad del pueblo argentino por qué no dejan que la Argentina pague su deuda, que la quiere pagar", ironizó Cristina y advirtió: "La prosperidad de los pueblos no puede darse bajo la usura de unos pocos". Y dijo que esa carta se parecía más a una “provocación” que a una preocupación genuina: “El comunicado de la embajada de Estados Unidos es una provocación pero yo no voy a caer. No voy a echar del país a nadie".