En la segunda audiencia del juicio por la apropiación del joven que recuperó su identidad en 1998 dan su testimonio sus tíos. Uno de ellos, Carlos, habló con su hermana por última vez en 1984.
La segunda audiencia del juicio por la apropiación Javier Gonzalo Penino Viñas -quien recuperó su identidad en 1998-, tendrá como testigos a Carlos Viñas y Guadalupe Penino, sus tíos materno y paterno respectivamente. Carlos habló por última vez con su hermana en marzo de 1984.
Cecilia Viñas vivía con su pareja, Hugo Penino, cuando ambos fueron secuestrados en el barrio porteño de Almagro, en julio de 1977. Dos meses después, ella dio a luz a un varón en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y lo llamó Hugo Carlos. El bebé fue apropiado por el marino y represor Jorge Vildoza, quien se escapó del país con el niño -al que llamó Javier Gonzalo- y su esposa, Ana María Grimaldos en 1984. Ese año, siete después de haber sido secuestrada, y con la democracia instalada en el país, Cecilia seguía cautiva y pudo comunicarse telefónicamente con su familia. En el banquillo de los acusados sólo está sentada Grimaldos, la familia afirma que Vildoza murió en Sudáfrica, en 2005, pero no pudo aportar pruebas.
La querella está representada por la asociación Abuelas de Plaza de Mayo, que inició la causa judicial contra Vildoza en 1984, y el fiscal del juicio es Horacio Azzolin. Grimaldos está imputada por “sustracción y retención de un menor, falsificación de documento público y supresión de estado civil”. En el inicio del debate, que se desarrolla frente al Tribunal Oral en lo Criminal Nª 4, Grimaldos se negó a declarar, por lo que se leyó lo que dijo en 2012 cuando fue detenida. La mujer aseguró que tenía “absoluto desconocimiento del origen biológico” de Javier y que Vildoza le dijo que “era huérfano y no tenía familia”.
Sobre esos puntos volvió el martes Javier, que voló desde Londres –donde vive junto a su esposa y sus dos pequeños hijos- para declarar. Defendió a su apropiadora y aseguró que Grimaldos " se sintió traicionada cuando se enteró (de la verdadera historia)".
Fuga y una identidad recuperada
En 1984 tras el retorno de la democracia y la apertura por parte de Abuelas de Plaza de Mayo de la causa judicial contra Vildoza por la presunta apropiación de un menor, el represor escapó junto a Grimaldos y al niño a Paraguay. Después de un tiempo allí, “nos encontramos con gente del servicio de Inteligencia naval argentino, que nos dieron cédulas falsas”. La idea fue “camuflar el apellido”, contó Javier que en ese momento pasó a llamarse Julio César Sedano. Con esa identidad llegó junto a sus apropiadores a Sudáfrica.
Allí, a los 13 años Grimaldos le contó que era adoptado. “Fue un shock”, contó el joven. Unos años más tarde y tras hacer sus propias averiguaciones por internet sobre su origen, en 1998 viajó a la Argentina para someterse al análisis de ADN que permitió establecer que era hijo de Hugo y Cecilia. Conoció a sus familias biológicas, con las que no mantiene un trato fluido.
Luego volvió a Sudáfrica, terminó sus estudios, y se mudó a Londres. Desde allí volvió Grimaldos a la Argentina en 2012, para un tratamiento médico y quedó detenida.
Javier asegura que Vildoza murió en mayo de 2005, en Sudáfrica, bajo el nombre de Roberto Sedano, y que sus restos fueron cremados. El martes cuando en la audiencia le preguntaron a Grimaldos por su estado civil dijo: “viuda” y en la sala hubo murmullos. Para la justicia argentina Vildoza está prófugo, porque no hay pruebas fehacientes de que haya muerto.