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El 20 de diciembre de 2001 el entonces inspector de la Federal, César Fernando Orge, participó del operativo represivo que ordenó el gobierno de Fernando de la Rúa y dejó como saldo cinco muertos y cientos de heridos en las calles del centro porteño. Solicitado como testigo por las defensas, al concluir su testimonio, Orge dejó en claro que ese día no se cumplieron los pasos “progresivos” para disuadir y resguardar la integridad física de los manifestantes que desde la noche anterior intentaban llegar frente a la Casa Rosada.

Orge contó que entonces se desempeñaba en el Cuerpo de Operaciones Federales (COF) de la fuerza que entonces comandaba el ex comisario Rubén Santos, hoy imputado en este juicio junto a otros 15 integrantes de esa fuerza y el ex Secretario de Seguridad de la Nación, Enrique Mathov. Ante los jueces del Tribunal Oral Federal 6 (TOF 6) Orge explicó que ese día, a eso de las seis de la tarde, estuvo a cargo de cuatro o cinco agentes que junto a otros dos grupos de combate (de similar composición) tuvieron la misión de controlar que los manifestantes no avanzaran por Diagonal Norte hacia la plaza de Mayo. Y afirmó, que a cargo de esa operación estuvo el subcomisario Juan Migliozzi.

Después, ante las preguntas de los abogados, avanzó sobre la cadena de mandos. Orge dijo que ese día las acciones se dispusieron desde la sala de situación del Departamento Central de la fuerza. “Allí estuvieron Santos, el que era el jefe de la Dirección General de Operaciones la Policía Federal, Raúl Andreozzi, y el comisario Norberto Gaudiero, a cargo de la Superintendencia de Seguridad Metropolitana”, dijo a Infojus Noticias Maximiliano Medina, uno de los abogados del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) que integra la querella en este debate. Andreozzi, Gaudiero, y el ex jefe de la Federal, Rubén Santos, están - como Mathov- imputados por homicidio culposo, incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de autoridad en aquella sangrienta jornada.

Al tomar el interrogatorio el equipo fiscal encabezado por Mauricio Viera le consultaron al testigo sobre los pasos a seguir en un operativo de este tipo. Orge dijo que existe el llamado “Reglamento de armas y tiro N° 8” y describió los pasos a seguir. Habló de la presencia policial para disuadir, del diálogo con los manifestantes, después del uso de camiones hidrantes, del uso de megáfonos y de advertencias previas. Señaló la actuación de la policía montada y del uso de los gases lacrimógenos como uno de los últimos pasos. Y calificó como “inadmisible” el uso de balas de plomos para reprimir manifestaciones.

“Su testimonio fue claro. Ese día no se cumplió ninguno de los pasos progresivos que debe seguir una fuerza ante una manifestación”, dijo Medina. Aclaró además que Orge describió la manifestación y el operativo como algo inédito. “Ese día, ya a las once, en la Plaza de Mayo –ante manifestantes pacíficos, familias con chicos y gente grande- la policía arremetió con la montada. Son las imágenes en las que se los ve rodeando a un grupo de Madres de Plaza de Mayo las que más se conocieron dijo Medina.

Orge fue el último testigo de la jornada, lo precedieron en su testimonio otros tres integrantes de esa fuerza que estuvieron en el operativo ese día.  Uno de ellos, Walter Idiart, contó que entonces trabajaba en Asuntos Internos en la Dirección de Control del Personal, y que su tarea habitual era controlar a los propios integrantes de esa fuerza, pero coincidió con Orge en excepcionalidad del accionar policial ese día.  “De mi dirección salimos todos”, dijo ante los jueces del TOF 6. “Nunca pasó algo así”, agregó ante las preguntas que se reiteraron al respecto.

Idiart contó que ese día a partir de las cuatro de la tarde estuvo en la embajada de EEUU, en el barrio Once, en el de Puerto Madero, en la explanada de la Casa Rosada y en la zona del Obelisco. “Lo que demuestra que jamás se especificó siquiera un límite espacial de ese operativo”, dijo el CELS. El debate que comenzó en febrero pasado y por el que pasaron poco más de 50 testigos se retomará en agosto, al concluir la feria judicial. Lo que sigue son los testimonios vinculados al asesinato de Gustavo Benedetto, un joven de 23 años que falleció por un balazo que recibió en las inmediaciones del HSCB, en la esquina de avenida de Mayo y Chacabuco.